Nunca hay que fiarse de las apariencias, ni es oro todo lo que reluce ¿verdad? Sin embargo, algunas campañas de publicidad hacen tan atractivo el producto que promocionan -lógico, es su trabajo- que a veces es inevitable que caigamos en la tentación.
No obstante, a veces juegan a distorsionar la realidad en su propio beneficio, propiciando que ocurran cosas como estas:
Jugando con las ilusiones infantiles ajenas
O quizá es que la niña era la más alta de su clase
Un clásico, y que entreguen la hamburguesa como si alguien la acabara de vomitar también
No hay mal que por bien no venga…
Un paseo matutino reactivará tu circulación, quieras o no
Cuando se pone tanto esmero en preparar una escena como esta, a mí siempre me hace pensar que…
…la comida es un fiasco, los cocineros antipáticos y que la pareja atractiva en realidad es de cartón
Tiene mejor pinta la caja que su contenido, así que yo prefiero comerme la caja
«Ven a nuestro hotel de 5 estrellas situado en primera linea y disfruta del maravilloso sonido del mar…
…distorsionado por el sonido de la radial»
Los que hicieron el anuncio debían ser liliputienses
El día que te entreguen un taco tan perfecto como el de la izquierda, se merecen una estrella Michelin
El arte del recortado, de las perspectivas y los ángulos imposibles
¡Alguien debería decirle a esa galleta que acuda al dermatólogo!
«Ven a disfrutar de las maravillosas playas de Punta Cana…
…con las otras cientos de miles de personas que vienen cada año y mátate por una tumbona»
