Siempre se ha relacionado la expresión «llevar una vida de perros» con pasar penurias. Tal vez en tiempos pasados esto fuese cierto, pero hoy en día un perro casero lleva una vida que muchos querríamos.
Sus días están llenos de tranquilos paseos, descansos, varias comidas al día, juegos y siestas cuando les apetece. Vamos, que un perro doméstico tiene pocas preocupaciones a las que enfrentarse. Algunos viven tan a gusto, que han decidido consagrar su vida a la más antigua de las tradiciones del mundo latino: la siesta.
Aquí os traemos una selección de fotos en las que los felices perretes se quedan traspuestos de las formas más variopintas. Y es que cuando Morfeo decide acunarnos en sus brazos, pocos son los que pueden resistirse.
Ha sido un largo día en la oficina canina
Este cachorro tiene complejo de avión
Comer y dormir, los dos grandes placeres de esta vida unidos
«Avísame cuando sea mañana ¿ok?»
Dormir no está reñido con el orden
Una de las barriguitas más adorables que hemos visto en mucho tiempo
Cabeza caliente y cuerpo frío, ideal
Y se durmió mientras comía
El peor compañero de running de la historia, pero el más adorable
«Limpiamos el sitio ¡y a dormir!»
¿Durmiendo o meditando?
«No sé si este es el mejor lugar para echarse una siesta, pero me da igual»
Noqueado por gas somnífero
Así sí que se viaja bien
Leeeeentamente
Posturas extrañas para dormir
Seguridad ante todo
El caso es que sigue comiendo después de dormirse
En toda familia siempre tiene que haber alguno más rebelde
Fuente: Diply, artículo por La Voz del Muro