Hoy es una empresa de éxito pero Apple no siempre tuvo tan claras sus prioridades. En 1998, cuando casi estaba arruinada, el departamento de marketing y ventas ideó un plan para relanzar la compañía: los Apple Cafe.
Según cuenta Tony Christopher de Landmark Entertainment Group, Apple estaba tratando de reinventar el modelo de de venta y distribución de las tiendas tradicionales.
“No sabían exactamente lo que querían hacer. De repente tuvimos la idea de café. Sería el primer cibercafé del mundo y muchas personas que no tenían ordenadores o internet, encontrarían un lugar donde comprar, usar mac o conectarse a internet. En 1998, se trataba de una idea radical!”
Iban a ser una mezcla perfecta entre las Apple Store actuales y un Starbucks
Hacía unos meses que Steve Jobs había regresado a la compañía que años antes le despidió, cancelando numerosas líneas de producción y proyectos, tratando de centrarse en hacer pocos productos pero excelentes.
La idea del Apple Cafe, tampoco le cautivó. Sin duda, quería revolucionar la venta tradicional y la atención al cliente, pero sobornar con internet, comida y café a los clientes no era una forma sería.
Además, y como puedes ver en la fotografía, el diseño de estos centros, cargados de carteles de neón y curvas, distan mucho del gusto minimalista y limpio de la compañía y su antiguo CEO.
No obstante, Steve hizo lo que siempre hacia tan bien. Eliminó lo prescindible y aplicó presión a su equipo hasta que de esta idea, surgió el germen de la primeras Apple Store, inauguradas en 2001 en Virginia y California.
Estos nuevos centros, no estaban concebidos como tiendas tradicionales, sino como un lugar de encuentro entre la compañía y los usuarios. Y no solo eso, un grandísimo escaparate en el que los curiosos pudieran conocer de primera mano sus productos, resolver sus dudas y aprender su manejo gracias a talleres y cursos gratuitos.
La idea funcionó a las mil maravillas y hoy Apple, antes apunto de echar el cierre, es una de las compañía con mayor valor del mundo.