Arabia Saudí quiere quitarse de encima esa imagen de país extremadamente conservador y misógino, y por ello ha decidido hacer gala de su increíble tolerancia celebrando el primer Consejo de Mujeres de su historia.
¡Bravo! Ya era hora de que las mujeres tuvieran un papel más activo en Arabia y pudieran decidir sobre sus derechos y otras cuestiones que les afecten como la maternidad, la salud femenina o el empleo. ¡Uy! Perdón, me comentan por aquí que en Arabia Saudí no es oro todo lo que reluce, tal y como podemos observar en la foto de inauguración.
Un Consejo de Mujeres sin mujeres
La foto de inauguración del primer Consejo de Mujeres de Arabia Saudí muestra un total de 13 hombres quienes han discutido de diversos asuntos de importancia sobre la vida pública de la mujer.
Ninguna mujer aparece en la foto pero no es cierto que no hayan participado. Haciendo gala de su exquisito respeto, las mujeres participantes fueron segregadas en otra sala y solo pudieron debatir de una en una y por videoconferencia. Se respira libertad ¿verdad?
Pero esta foto no ha sido la única contradicción del evento. El príncipe Faisal bin Mishal bin Saud, gobernador de la región de Al Qasim, señaló en su discurso inaugural lo siguiente:
«En Al Qassim vemos a las mujeres como hermanas de los hombres y sentimos la responsabilidad de dar más oportunidades a su trabajo».
Curioso, ya que su mujer y presidenta del Consejo de Mujeres tampoco pudo hacer acto de presencia. Nada sorprendente en un país en que la mujer:
- Debe vestir la abaya -tunica negra que solo deja descubierto el rostro o los ojos-.
- No puede salir a la calle sin permiso de su marido u otro familiar varón.
- No puede conducir, viajar o abrir una cuenta bancaria sin permiso de su marido.
- No puede relacionarse con hombres y por ello son segregadas en actos públicos.
- No pueden practicar deporte delante de otras personas o leer una revista femenina.
Como es de imaginar las particularidades de este evento han levantado ampollas en las redes sociales.
Este acto no solo no ha mejorado la imagen de Arabia Saudí sino que le ha valido duras críticas en la prensa internacional, donde se ha puesto de manifiesto la represión que sufren las mujeres y diversas minorías en el país. Sin embargo, y salvando las distancias, no es el único ejemplo de opresión machista al que hemos asistido en los últimos meses.
Hace unas semanas, el presidente de la primera potencia mundial, Donald Trump, firmaba un decreto antiaborto que limita considerablemente al acceso a los servicios de salud reproductiva por parte de las mujeres de todo el mundo en una sala llena exclusivamente de hombres. Parece que aún queda mucho camino que recorrer.
