El euro, un proyecto que empezó siendo una utopía por los miembros de la eurozona, y que al final dio el pistoletazo de salida el 1 de enero del 2002, comenzando a circular desde ese momento por los 12 países que lo habían adoptado. Actualmente el euro es la segunda moneda de reserva, así como la segunda moneda más negociada en el mundo, después del dólar estadounidense.
Aunque algunos miembros de la Unión Europea, como Reino Unido, Hungría o Suecia, todavía no han adoptado esta moneda, una diseñadora gráfica húngara, llamada Barbara Bernát, ha diseñado una serie de euros húngaros ficticios, adornados con hermosas y elegantes ilustraciones de plantas y animales europeos, que podrían dar una nueva imagen y concepto del euro que hoy conocemos. Echad un vistazo a este increíble trabajo:
Bernat, quien ha utilizado los billetes como trabajo de proyecto final en la Universidad del Oeste de Hungría, asegura que prefirió mostrar animales y plantas, antes que los grises bustos de dignatarios nacionales o las mohosas fachadas de edificios emblemáticos, sobre todo, para dar un toque distinto y ofrecer un concepto nuevo, que permite salir de los patrones habituales a los que estamos acostumbrados.
“He diseñado y preparado cinco denominaciones de diez grabados, todos grabados en placas de cobre separados. Esta forma sutil y refinada de reproducción, me permitió imitar la técnica original utilizada durante la producción de billetes, la impresión calcográfica. Mi objetivo era crear una serie completa con un diseño claro, que trasciende la tradición de la fabricación de billetes”, comenta Barbara, que ha diseñado un impecable concepto de billetes de banco basados en el euro húngaro, moneda que no llegará hasta 2018, según admitió el ex primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en el año 2012.
En Behance detalla cómo fueron evolucionando los dibujos: empezaron siendo esbozos, que posteriormente se convirtieron en aguafuertes en placas de grabado, las cuales se utilizaron para imitar el proceso de impresión entallada, que se usa para imprimir el dinero real, dando como resultado final un trabajo alucinante que esperemos que le brindara una matrícula de honor en su universidad.
“Yo sólo quería mantener los elementos visuales esenciales de un billete de banco. Las partes más importantes junto a los gráficos son la denominación, el número de serie, la autoridad emisora y las firmas autorizadas. Me salí de los elementos gráficos de seguridad innecesarios que hay detrás, para obtener un impacto visual claro”, concluye la artista, quien hace gala de su talento argumentando que tanto los animales y plantas elegidos para la temática de los billetes, simbolizan el crecimiento del valor monetario.
Sin duda alguna, estos bellos diseños quedarían mucho mejor en nuestras billeteras, últimamente un poco vacías. Barbara Berát no solo tiene este trabajo, sino que es una auténtica artista del grabado y de la ilustración. Podéis seguir su trabajo completo a través de su cuenta de Behance.
