Tradicionalmente, el trabajo de azafata se limitaba a la atención y recepción de clientes o pasajeros. Un puesto para el que las empresas priorizaban más la apariencia y la belleza que los méritos o la cualificación.
Hace décadas que el gremio (liderado por las auxiliares de las aerolíneas) se organizó y emprendió acciones formativas con el objetivo de profesionalizar el sector y evitar que las trabajadoras fuesen tratadas como un simple objeto.
Sin embargo, ningún país se ha tomado esto tan enserio como China, donde la formación para ser auxiliar de vuelo es extrema.
Auxiliar de vuelo en China
Belleza, sincronía, disciplina, capacidad de escucha y diligencia en la atención, son algunas de las destrezas que la escuela de Aviación Civil China inculca a sus asistentes de vuelo.
Una formación que se completa con conocimientos de primeros auxilios y artes marciales. Sí, has leído bien. Y es que las conocidas como las «hadas del cielo» no son simplemente una cara bonita, sino un recurso imprescindible ante situaciones de peligro y problemas de seguridad.
La lista de espera es larga y la nota exigida para ingresar en la escuela de Azafatas de Chengdu, en la provincia de Sichuan, es muy alta.
Por si fuera poco, las exigencias físicas y las medidas corporales requeridas, por razones de seguridad, son muy rígidas.
Una de las lecciones más duras es la postura y el lenguaje corporal.
Las azafatas deben ser capaces de mantener botellas de refresco en la cabeza durante 3 minutos, caminar con un folio entre las rodillas y, por supuesto, mantener siempre la sonrisa.
Las clases se dan siempre con el maquillaje y uniforme de vuelo puesto.
Y son muy demandadas tanto por hombres como mujeres.
El trabajo de auxiliar de vuelo está muy bien remunerado y cuenta con un alto prestigio social.
Las y los auxiliares cuentan con el respeto y agradecimiento de los pasajeros ya que, no solo se encargan de la atención, sino que son miembros importantes del equipo de seguridad.
Las azafatas son también entrenadas para identificar amenazas y neutralizarlas.
Esto incluye amplios conocimientos en artes marciales y primeros auxilios.
Algunas de las pruebas de examen consisten en romper tablas a patadas o platos con un golpe.
También son capaces de neutralizar enemigos con arma blanca y reducirlos.
Este entrenamiento comenzó a impartirse en 2013.
Desde entonces, se han reducido los retrasos provocados por pasajeros irritados y conflictos violentos durante los vuelos.
Y es que estas azafatas nunca pierden la sonrisa, pero están entrenadas a ponerse serias si la situación lo precisa.
Fuente: pixel.in.ua, fishki.net Traducción y adaptación Lavozdelmuro.net
