Si tu bebé no sonríe ante tus numerosas caras y muecas, no te preocupes, puede que sea algo pronto. Y es que sus ojos no serán capaces de distinguir figuras hasta los tres meses de vida.
Como apunta el Dr. Romesh Angunawela, «La corteza visual, que ocupa casi un tercio del cerebro, debe aprender a procesar la avalancha de información que encuentra una vez que el bebé abre los ojos por primera vez. Y no solo eso, desarrollar y dominar los músculos oculares responsables de la dirección de la vista y el enfoque».
Para comprender este complejo proceso, el blog Clinic Compare y el Hospital Ocular de Moorfield, Londres han creado un interesantísimo gif sobre la evolución de la visión infantil en el primer año de vida.
Recién nacido
El sentido de la vista comienza a funcionar en el útero materno, pero no logrará desarrollarse al completo hasta los 2 años de edad, siendo el primer año el más importante.
Primer mes
El bebé puede distinguir entre luz y oscuridad pero es incapaz de apreciar formas y colores. Apenas distingue siluetas pero conoce a su madre por la voz y su olor corporal.
Tres meses
Puede ver figuras en primer plano (8-10 centímetros) y comienza a distinguir los colores, siendo el rojo el primero de ellos.
Cinco meses
Comienza a tener control sobre el movimiento ocular y el enfoque, lo que le permite distinguir diferentes grados de profundidad.
Siete meses
Ya distingue figuras de cerca y a media distancia, lo que le anima a explorar el entorno con la mirada.
Diez meses
Aunque no es perfecta, su visión le permite reconocer a personas y objetos de lejos. Esto hace que su cerebro calcule trayectorias y opciones, anticipando acciones. Por ejemplo, ve acercarse a mamá con el biberón y sabe que va a comer.
12 meses
La percepción visual de la profundidad se ha desarrollado totalmente y puede enfocar sus ojos allí donde desee.