Cómo construir un velero sin tener “ni idea”

Publicado 29 marzo, 2017 por admin
PUBLICIDAD

Hace años que el movimiento DIY o hazlo tu mismo llegó a internet para conquistarlo todo. Decoración, mobiliario, ropa, complementos, huerto urbano… nada parece resistirse a esta tendencia. Lo que no nunca hubiéramos pensado, y por supuesto celebramos, es que alguien decidiera construirse su propio barco.

Los protagonistas de esta historia es una gran familia natural de la comarca de Osona, Barcelona, quienes se reunían en una masía cada fin de semana. Allí decidieron dar rienda suelta a su creatividad y construir un barco a partir de maqueta. Esta es su historia, la cual fue publicada bajo el nombre Cómo construir un velero sin tener “ni idea” en la web acuarionorte.com

La historia comenzó 2006, cuando el patriarca familiar hizo participe a sus hijos de una idea que le rondaba la cabeza

Así lo cuenta uno de sus protagonistas:

Mi padre pasó parte de su tiempo libre construyendo una maqueta de un pequeño velero cuyos planos consiguió en internet. Algo que heredó del abuelo que fue marino antes de la guerra (Y durante también en el bando republicano, eso lo alejó de la náutica, la familia y el país…) Lo que no me imaginaba yo es que la maquetita era tan solo un primer paso casi obligado. 
La maqueta se realizó a partir de los planos que los arquitectos navales Albert Nazarov & Maxim Kovalyov (Sevastopol, UCRANIA) cedieron gratuitamente. Concretamente un velero deportivo de 6m. de eslora al que llamaron «Pilgrim» y fue campeón de varias regatas de renombre.

Aprovechando los planos gratuitos, decidieron realizar un modelo 3D del proyecto para tener una mejor concepción del espacio

Completamente decididos a hacer su sueño realidad, habilitaron un amplio espacio de trabajo

«Hemos de montar todos los «anillos» de madera que sujetan y dan forma a la estructura. Trabajar en el suelo es engorroso y la mínima desviación dará al traste con los ajustes durante el armado. Solución: Una «mesa alta», un banco de trabajo cómodo y, sobre todo, plano».

La familia no tenía demasiada experiencia en el trabajo de la madera pero sabían que debían ser exactos y meticulosos, por eso decidieron no correr con el proyecto, mimarlo y dedicarle el tiempo necesario

No faltaron los croquis y otras ideas que facilitasen el trabajo

«Como de carpintería ni idea, pues recurrimos al dibujo para hacer los patrones de las cuadernas sobre el tablero de trabajo. De ese modo fuimos montando uno a uno todos los elementos que componen cada cuaderna. Un empacho previo de ángulos, reglas y lápices para pasar después a las sierras…»

Con las cuadernas construidas…

Habilitaron la zona para colocarlas y fijar el armazón 

Mucho trabajo con niveles, metro y cuñas para que quedaran a la distancia justa y más trabajo de metro para hacer los puentes que harán de soporte a cada cuaderna. Ya podemos ir colocando y ajustando cada una en su sitio. Al principio, tan solo una extraña «performance» incomprensible y aparentemente caótica… Pero en dos semanas se obra el primer milagro».

Pero el trabajo no ha había hecho más que empezar… 

… colocando travesaños y fabricando la quilla

Rellenado las juntas y lijando todas las imperfecciones

«Dos lijadoras sucumbieron durante el proyecto. Esta etapa llevó más tiempo del que hubiera imaginado. Bolsas y bolsas de serrín y muchas mascarillas. No tuvimos gónadas de hacerlo a mano…»

«pero tras darle una buena ducha y retirar el polvo me enamoré…»

Después, se aplicaron litros de resina epoxi y metros de guata para impermeabilizar el bote

«Toca enresinar el casco. Kilos y kilos de resina epoxy y bastantes metros de guata de fibra de vidrio tienen que proporcionar tanto resistencia como estanqueidad al conjunto. Las resinas se compraron en Italia a muy buen precio por aquellos años. Habiendo hecho las consultas de rigor a dos armadores profesionales abrieron los ojos y coincidieron al decir que lo nuestro era un «rompehielos» en miniatura (Preferimos tomarlo como un cumplido…)»

Una vez seco, se procedió a pintar la estructura

Y por fin… la familia al completo pudo girar el barco

Ese día se celebró mucho y se trabajó poco. Se lo merecían, hacía más de un año que trabajaban en su construcción 

De vuelta al taller, se pintó el interior…

…y comenzó la elaboración de la cubierta,

…las ventanas y resto de detalles exteriores

Después, la familia se dispuso a amueblar el interior 

Creando mucho espacio de almacenaje, sin embargo, toparon con los primeros problemas administrativos 

Hasta el momento habían trabajado sin prisa pero sin pausa, pero tras el despido y la bajada de sueldo de varios familiares, debían abandonar la masia que tenían alquilada. Esto les obligó a terminar el trabajo con mayor celeridad.

«Ya tenemos fecha de entrega forzada. Aquella casa que manteníamos entre todos se tornó prohibitiva. Reducción de sueldos. Amenazas de despidos. Cambios en la propiedad de las empresas. A varios de nosotros nos empezó a afectar aquello que llamaron crisis y hoy sabemos que es fraude. País…»

Y para colmo, varios impedimentos legales y administrativos casi echan por tierra la viabilidad del proyecto.

«Tras numerosas gestiones y encuentros en Capitanía Marítima antes de empezar con esto, nos hacen saber que la legalización de una embarcación autoconstruída debe atenerse a la normativa única. La misma que atañe a la construcción de un ferry o un petrolero y requiere de proyecto de obra (Ya lo tenemos), licencia de obras (Hay que pagarla y vale más que los materiales), legalización de astillero, inspecciones de los trabajos, toma de muestras para verificar calidad de materiales…

En Francia sin ir más lejos, atamos tres bidones, le ponemos nombre y nos echamos a la mar sin transportar a nadie cobrando y es legal. Conscientes de tamaña estupidez, los mismos funcionarios se nos ofrecen para el tutelado de la obra y las visitas pertinentes pero la tramitación es ineludible (Bandera pirata). País…»

Dadas las prisas la familia decidió no fabricar el mástil y las velas, convirtiendo el velero en una lancha, gracias a la compra del motor y el equipo de un pequeño fueraborda

Con todos los permisos en regla y un seguro de responsabilidad civil obligatorio, se traslado el barco hasta la cuenca del río Miño, Galicia

Allí se botó, y tras realizar un pequeño ajuste en una fuga…

…la familia lo utiliza asiduamente para salir a pescar y navegar por la zona

¡Menudo proyecto! El barco es precioso, pero lo mejor de todo fueron los momentos que pasaron en familia y cumplir el sueño de su padre. Bravo por ellos. 

Y tú, ¿sueñas con construir algo pero no crees estar capacitado? Ya ves que en internet se puede encontrar cualquier cosa, solo hace falta tiempo, ganas y paciencia. Cuéntanos en los comentarios. 

PUBLICIDAD
Otros artículos de esta categoría...