Seguro que todos habéis oído hablar de las famosas dietas de desintoxicación tan de moda últimamente. «Pierda 2 kg en un día» o «limpie su cuerpo con este jugo», son solo algunas de las más comunes. Claramente, la gran mayoría de la gente desea perder esos kilos de más o limpiar sus cuerpos de quién sabe qué. Pero esto no es ninguna novedad. La verdad es que, manteniendo nuestro hígado libre de toxinas tanto como sea posible, estaremos haciéndole unos cuantos favores a nuestro organismo y ganando, sobre todo, en salud.
El hígado, entre las más de 400 acciones que realiza, tiene como función principal filtrar las toxinas del torrente sanguíneo para limpiarlo de sustancias nocivas que pueden causar problemas a nuestro organismo. Por esta razón, es considerado uno de los órganos mas importantes del cuerpo y debemos cuidarlo como se merece.
Cuando nuestro hígado está atosigado, eliminando constantemente esas toxinas malas, en lugar de realizar sus funciones con total normalidad, puede que te sientas: lento, cansado, aumentarás de peso fácilmente, sufrirás dolores de cabeza, digestiones pesadas o puedes tener una decoloración en la piel.
No suena nada bien, ¿verdad?. La optimización de la dieta con alimentos frescos de origen vegetal, es un buen comienzo para mantener un hígado limpio y saludable, pero además de esto existen otras cuantas cosas que podríais hacer para reforzar el proceso, ¡y todo de manera natural!:
1. Elimina el alcohol
No importa lo buenas que sean las propiedades del vino tinto, tal y como se comenta, ya que todo tipo de alcohol es sinónimo de malas noticias para nuestro hígado. El alcohol es una toxina en cualquiera de sus formas, y nuestro hígado utilizará una gran cantidad de energía tratando de deshacerse de él para purificar la sangre. Durante este proceso, se puede utilizar una buena cantidad de energía metabólica, que a menudo conduce al aumento de peso, lentitud, fatiga, y sí, también somnolencia.
2. «Lavar» el hígado con H2O, añadiendo un poco de jugo de limón
Una forma muy fácil de desintoxicar el hígado es tomar unos dos litros de agua al día. De esta forma el órgano permanecerá bien hidratado, permitiendo su regeneración celular. Además, le será mucho mas sencillo filtrar una mayor cantidad de sustancias nocivas.
Añade unas gotas de limón al agua para agregar propiedades aún más alcalinizantes y limpiadoras. El limón y todas las frutas cítricas contienen vitamina C y minerales que estimulan las funciones del cuerpo, y mejoran el proceso de limpieza. Limpiar el hígado es como darle a nuestro cuerpo un buen pre-lavado, para que la sangre mantenga sus niveles de pH óptimos. Trata de beber siempre este agua, o algún té hierbas, sin teína, como segunda opción.
3. Comer los mejores alimentos en la medida de lo posible
No es necesario que contéis las calorías para cuidar el hígado, pero sí es necesario que los alimentos sean de la mejor calidad posible. Esto significa comer alimentos siempre frescos u orgánicos, tales como los vegetales de hoja verde (magnesio, clorofila, vitaminas A y C), verduras y frutas frescas.
Comprar comida orgánica es muy importante, ya que estos alimentos están libres de pesticidas, herbicidas y otros productos químicos que pasan por nuestro hígado y que, ni qué decir tiene, son malísimos para nuestro organismo. Aunque no todo lo que comáis sea orgánico, pero si tenéis la posibilidad de incluir ciertas cosas, vuestro cuerpo lo agradecerá.
Las frutas y vegetales orgánicos también contienen cantidades más altas de vitamina A, vitamina C y azufre (todos aumentan la desintoxicación del hígado y su limpieza). El brócoli, coles de Bruselas, col rizada, manzanas, cebollas, ajo y la calabaza son unas excelentes opciones.
4. Comer grasas saludables
El hígado es responsable de la producción de la bilis que descompone las grasas, por lo que también hay que vigilar muy bien las grasas que consumimos. Comer grasas saludables como las de las almendras, el coco, las nueces, la chía, junto con semillas de calabaza y de girasol, las aceitunas y el aguacate, son las mejores fuentes de grasas saludables en nuestra dieta. Evitad las grasas animales, que conducen a la inflamación y obstrucción de las arterias, y los aceites vegetales -como el de maíz y de soja- a toda costa.
El té verde es un antioxidante natural y estimula las funciones del hígado para liberarlo del exceso de grasas, por lo que podría ser una opción fantástica.
5. Elige suplementos de forma inteligente
También es importante elegir suplementos de forma selectiva. No os limitéis a tragar una píldora que os prometa una buena salud. La alta cantidad de vitamina B (elegir una de origen vegetal) y el selenio son muy importantes, ya que ayudan a metabolizar las sustancias del cuerpo que ayudan a mantener el hígado sano. Las hierbas tales como el cardo mariano y la hoja de alcachofa también ayudan a limpiar el hígado.
Fuente: onegreenplanet
