Actualmente, y en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad, se valora demasiado el físico y el aspecto exterior. Desgraciadamente esto hace que no nos molestemos en mirar más allá, perdiendo así cientos de oportunidades maravillosas de descubrir gente, animales y cosas increíbles.
La protagonista de esta historia sufrió una discriminación injusta solo porque su físico no se adecuaba al estándar que la mayoría entiende por «bonito». Esta pequeña felina malvivía entre cubos de basura en las calles de Estambul.
Nadie quería acercarse a ella debido, principalmente, a sus terribles deformidades físicas. Pero una niña de tan solo 7 años supo ver mucho más allá de su aspecto y quiso ayudarla.
Con la ayuda de su padre rescató a esta indefensa gatita y la llevó al veterinario. Allí descubrieron que estaba infestada de ácaros y fue sometida a cirugía reconstructiva para mejorar su aspecto y su calidad de vida. Esta es su historia y su merecido final feliz.
La pobre gata se encontraba en un lamentable estado cuando fue rescatada
Nadie se había acercado a ella debido a su aspecto, excepto esta niña de 7 años. Ella había decidido que haría todo lo que pudiese por salvarla
Fue llevada al veterinario donde también descubrieron que estaba infestada de ácaros
Desnutrida y con heridas por todos lados, el plan para convertirla en un felino sano era complicado, pero no imposible
Los veterinarios hicieron de todo para lograr que saliese adelante
Y poco a poco lo fueron consiguiendo
Tuvo que ser sometida a diversas operaciones de reconstrucción, no tanto para mejorar su aspecto, sino para garantizar una mejor calidad de vida
La pequeña llamó a su gata Gülümser que significa «la que siempre sonríe». Por suerte su vida entre los cubos de basura ya solo es un amargo recuerdo. Y todo gracias a una inocente niña de buen corazón
Fuente: Bored Panda, Shareably, artículo por La Voz del Muro
