Miles de creyentes acuden cada año hasta el templo de Kari Mata en busca de consuelo y oración, pero no son los únicos seres que visitan este lugar sagrado.
El templo de Kari Mata, situado en Rajastán, India, es el hogar de 20.000 ratas
Y a nadie parece importarle lo más mínimo
Al contrario, son alimentadas y protegidas por los visitantes
Los más devotos, incluso las alimentan a diario con enormes tazones de grano, agua y leche
Aunque a los roedores se les permite vagar libremente por el templo, algunos fieles han colocado vallas protectoras para protegerlas del exterior y los posibles depredadores
Cada día cientos de personas hacen cola para poder entrar al templo y compartir un rato adorando a las ratas
Con las que juegan e interactúan libremente
Además de la comida, muchos turistas las obsequian con dulces solo para poder tomarse una foto
Sin depredadores naturales y bien alimentadas, la población de ratas no para de crecer. Por el momento nadie teme que un brote de peste, o cualquier otra enfermedad, se propague fatalmente
Se considera un honor compartir alimento con ellas, por lo que es bastante normal ver a la gente, niños incluidos, mojar los dedos en leche y llevárselos a la boca después
Aunque todo el mundo disfruta de la compañía de las ratas marrones y negras, los visitantes creen que el avistamiento de una rata blanca atrae buena suerte y las bendiciones de Dios
«Ahora visito el templo a menudo y no me sorprende», declara un visitante llamado Savita Sharma. «Pero la primera vez, aunque estaba contento de ver ratas por todas partes, solté un grito cuando una tocó mi pie»
No cabe duda de que visitar el templo de Karni Mata debe ser una experiencia inolvidable, pero ¿serías capaz de pasear por sus pasillos y sentarte a rezar en tan ratuna compañía?
No respondas aún, mejor observa este vídeo primero.
Fuente: boredomtherapy.com
