El lago Poyang, en la provincia de Jiangxi, China, es el tercer lago de agua dulce más grande del país tanto en extensión como en capacidad. Aunque más bien deberíamos decir «era», porque la seguía que azota la zona ha reducido su caudal más de lo normal.
Poyang comprende una superficie de unos 3585 km². Dicha cifra podía aumentar hasta los 4400 km² en las estaciones de lluvias, o disminuir hasta los 1000 km² en las secas.
Pero la construcción de la presa de Las 3 Gargantas, unida a un período extremadamente largo de sequías, han propiciado que la disminución de su caudal se haya acelerado rápidamente. Las fotos que ilustran este artículo fueron tomadas a principios de noviembre de 2016.
Donde antes había aguas de entre 8 y 25 metros de profundidad, ahora solo se vislumbran unas praderas verdes. Estas aguas eran utilizadas, entre otras cosas, para el regadío de diversos cultivos como el arroz. También era utilizada como suministro de agua potable para las poblaciones de la zona.
Desde 2002 la pesca en sus aguas estaba prohibida. Además, Poyang era conocido por los lugareños con el sobrenombre de «las aguas de la muerte», debido a la desaparición de más de 200 embarcaciones de grandes dimensiones en su aguas.
A caballo entre la realidad y la leyenda, no se sabe exactamente qué causaba tantos hundimientos en el lago, aunque el cambio tan brusco de viento en sus aguas es el principal sospechoso.
Lo que sí es cierto es que la bajada del nivel del agua afectará de una forma o de otra al resto del entorno. Su historia nos recuerda enormemente a la del Mar de Aral. Y es que los humanos parece que no aprendemos de nuestros errores.
Fuente: Ecoinventos, Wikipedia, El pensante, Dailymail, artículo por La Voz del Muro
