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Lo reconozco, soy un apasionado de la cultura oriental. Me llama mucho la atención todo lo referente a China, Tailandia, Vietnam, pero especialmente lo relacionado con Japón. El país del sol naciente ejerce en mi una atracción desde que era bien pequeñito.
Su cultura, sus costumbres, su gastronomía (a veces un poco peligrosa) y su historia, llena de misticismo y tradiciones milenarias. Tal vez lo que más me guste es la manera en la que conviven las tecnologías más modernas con las creencias más antiguas. Una simbiosis que hace de Japón un lugar único en el mundo.
Otra de las cosas que más me gustan de este país es su peculiar arquitectura. Edificios enormes, dotados de las más modernas técnicas antiterremotos comparten espacio con casas tradicionales japonesas a pocas manzanas de distancia.
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Entre esta amalgama de cemento y madera usados de formas tan dispares encontramos ciudades que aún se resisten a abandonar su encanto de la era Meiji. La ciudad de Ine no Fuyana, en la prefectura de Kioto, es uno de estos ejemplos.
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Ine no Fuyama se puede traducir como Las casas barco de Ine, y no es un destino turístico muy conocido. Oculto al típico viajero occidental en Ine no Fuyama encontrarás una fila de 230 pequeños puertos con sus amarres para las barcas de madera.
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Muchos de estos pequeños puertos están construidos a modo de garaje, preparados para guardar aquí sus barcas. Como el agua no sufre los efectos del oleaje, siempre se respira un aire de calma.
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Debido a su ubicación Ine no Fuyama se encuentra siempre protegido de las tormentas y los temporales. La mayoría de las casas son de madera y se conservan perfectamente, no obstante han sido consideradas edificios tradicionales importantes para el pueblo nipón. La zona ha sido nombrada patrimonio de Japón y se encuentra protegida.
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Se la conoce con el sobrenombre de La Venecia de Japón y no suele aparecer en las guías turísticas tradicionales, por lo que si decides visitarla encontraras un remanso de paz y sin aglomeraciones. Algunas de sus casas, antiguamente habitadas por pescadores, han sido reconvertidas en alojamientos para los viajeros, por lo que no tendrás excesivos problemas a la hora de encontrar sitio para dormir.
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Fuente: Mymodernmet Artículo traducido y adaptado por Lavozdelmuro.net
