El ejercicio no es la mejor manera de perder peso, según la ciencia

Publicado 1 julio, 2016 por Joaquín M.C.
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El ejercicio nos mantiene fuertes y sanos

El ejercicio nos mantiene fuertes y sanos

Practicar ejercicio es una de las actividades más sanas que podemos hacer por nuestro cuerpo. Nos ayuda a ser felices, fortalece nuestros músculos, alarga nuestra vida y mejora la autoestima.

Pero a pesar de los múltiples beneficios que el ejercicio nos aporta, realmente no es la manera más efectiva de perder peso. Esto parece una incongruencia y va en contra de toda lógica, pero tiene su explicación científica.

La forma en que nuestro organismo utiliza la energía es la razón de que esto sea así. La mayor parte de las calorías que consumimos son utilizadas por nuestro metabolismo. Esto simplemente es lo que gasta el cuerpo por mantenerse vivo.

La actividad física representa entre un 10% y un 30% del total de calorías quemadas en nuestro cuerpo. Esto quiere decir que -en el mejor de los casos- solo controlamos lo que sucede con 3 de cada 10 calorías que ingerimos. Además, al empezar a hacer ejercicio, nuestro cerebro y nuestro cuerpo se adaptan a la nueva situación y es entonces cuando se producen cambios que afectan a nuestra capacidad de perder peso.

Aumenta nuestra hambre

Dan ganas de comer a todas horas

Dan ganas de comer a todas horas

Una vez que empezamos a realizar algún tipo de ejercicio nuestra hambre se ve directamente afectada. Si, ahora nos movemos más, pero también comemos más.

Cualquier persona que haga ejercicio asiduamente conoce esa sensación de tener mucha más hambre y más veces. Es una forma de nuestro cuerpo de recuperar esas calorías extras que quema.

Se dan los llamados comportamientos compensatorios

Utilizar el ascensor en vez de la escalera es un comportamiento compensatorio

Utilizar el ascensor en vez de la escalera es un comportamiento compensatorio

Después de una sesión intensiva de spinning, lo más probable es que tu cuerpo esté cansado y busque disminuir tu actividad. Esto hace que seamos más propensos a no utilizar las escaleras o esforzarnos menos, físicamente, en cualquier actividad posterior.

A esta dejadez se la conoce como comportamiento compensatorio. Se da de forma totalmente inconsciente y boicotea en gran medida nuestro trabajo en el gimnasio.

Se produce la compensación metabólica

A más ejercicio, menos consume nuestro metabolismo

A más ejercicio, menos consume nuestro metabolismo

Cuando alguien empieza a adelgazar, su metabolismo empieza a ralentizarse. Esto hace que gastemos muchas menos calorías en reposo por lo que producirá una compensación que dificulta adelgazar.

No es que nuestro organismo nos odie y no quiera perder kilos, es simplemente su mecanismo de defensa para optimizar las calorías obtenidas. Realmente nuestro cuerpo cree que es lo mejor que puede hacer en términos de supervivencia.

Aunque hacer ejercicio no sea tan efectivo como pensamos para perder peso, no quiere decir que debamos dejar de hacerlo. Al contrario, una actividad física moderada siempre es recomendable. En el siguiente vídeo nos explican de un modo mucho más exhaustivo estos puntos.

Fuente: Vox, artículo por La Voz del Muro

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