El libro cambió la vida de mucha gente, pero su escritor se convirtió en asesino por accidente

Publicado 8 diciembre, 2016 por Alberto Díaz - Pinto
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¿Recordáis la película documental El Secreto? Se trataba de un film de autoayuda que utiliza el formato documental para presentar un concepto filosófico del Nuevo Pensamiento llamado Ley de atracción. Esta postula que todo lo que uno quiere o necesita puede ser satisfecho por creer en el resultado, pensando varias veces en ello, y manteniéndose mentalmente positivo para «atraer» el resultado deseado.

Tanto la película como el libro homónimo posterior, escrito por la autora Rhonda Byrne, adquirieron una fama inconmensurable en EE. UU. De hecho, el libro fue un éxito de ventas después de que la famosa Oprah dedicara varios espacios de su programa a desgranarlo. Como os decía, el libro habla sobre cómo los pensamientos positivos conducen a acontecimientos y circunstancias positivas. Por el contrario, los pensamientos negativos podrían conducir a hechos negativos.

Algunos de los seguidores más acérrimos de esta corriente filosófica incluso llegaron a creer que gracias a esta teoría se podría curar el cáncer. Otros, en cambio, afirmaron que las víctimas de las catástrofes naturales las habían provocado ellos mismos con sus pensamientos negativos. Así pues, la controversia creció, pero nada comparado con lo que estaba aún por venir.

En octubre de 2009, el orador motivacional James Arthur Ray, uno de los filósofos que aparecía en la película original de El Secreto y ferviente creyente de este pensamiento, organizó un retiro espiritual de 5 días en Arizona, EE. UU.

La agenda para aquellos días incluía una «ceremonia del renacimiento», que tendría lugar en una cabaña de sudación en la que se practicaban terapias de transpiración. La participación dicho retiro costaba alrededor de 9.000 dólares

Ray advirtió al grupo, conformado por 60 personas, que sentirían un calor extremo. Más tarde se descubrió que también habían sido alentados a abstenerse de beber agua y ayunar durante los dos días previos al ritual.

Horas más tarde, la policía recibió una llamada desde el interior de la casa de campo. Tres personas habían muerto por deshidratación y por temperatura corporal elevada. Otras 18 fueron hospitalizadas

Tras la inspección, se descubrió que Ray nunca había obtenido un permiso adecuado para construir una cabaña de sudación. A pesar de que inicialmente se dio a la fuga, fue detenido rápidamente y acusado de tres cargos de homicidio por negligencia.

Ray fue condenado a dos años de cárcel, aunque solo cumplió 20 meses. Aún hoy continúa dando charlas e intentando salvar lo poco que queda de su reputación

A continuación os dejamos con un vídeo en inglés en el que se resume todo lo que os hemos contado aquí, así como imágenes reales sobre aquel fatídico suceso:

Vía: viralnova, traducción y adaptación elaborada por La Voz del Muro.

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