Rocco y su perro Jack eran inseparables, hasta que un día su amigo de cuatro patas desapareció. La familia lo buscó por todas partes, pegó carteles y hasta ofreció recompensa, pero nunca apareció.
Resignados, continuaron su día a día sin Jack, pero Rocco lo pasó profundamente mal. Siempre triste al llegar a casa, sus padres lo encontraban a veces llorando en su habitación, lamentándose de que había perdido a su mejor amigo.
El tiempo pasó y las esperanzas de volver a ver a Jack se desvanecieron, hasta que un día un vecino avisó a los padres de Rocco de haber visto un perro similar a Jack merodear por las afueras.
Sin avisar a su hijo para no darle falsas esperanzas, la familia buscó en el lugar indicado hallando a Jack. Este es el mágico reencuentro entre ambos tras más de 8 meses de separación.