Grandes mentiras de la historia que te hicieron creer que eran ciertas

Publicado 8 septiembre, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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Existen cientos de datos históricos que damos como válidos, precisamente porque así nos lo contaron o porque así lo hemos leído en alguna ocasión. 

Y es que estos mitos están anclados con fuerza en el imaginario popular y han sido transmitidos como auténticas leyendas urbanas de generación en generación.

Por ello hoy venimos a desmitificar 10 errores históricos muy comunes que, sin duda, te sorprenderán:

El mito sobre el caballo de Troya

Las grandes epopeyas tienen parte de culpa en ensalzar muchos de los datos sobre la reyerta que mantuvieron griegos y troyanos por el idilio mantenido entre Helena, la esposa del rey de Esparta, y Paris, príncipe troyano.

Como sabréis, la leyenda cuenta que parte del ejército griego se introdujo dentro de un caballo de madera gigantesco que, subrepticiamente, fue entregado a los troyanos como símbolo de paz tras una guerra que se había extendido 10 años. Una vez dentro, los soldados griegos invadieron la ciudad.

Sin embargo, se dice que en realidad fue un ariete -un arma de asedio griega que se usaba para romper grandes puertas- con forma de caballo el que permitió el asedio, y no una escultura gigantesca.

Napoleón Bonaparte no era tan bajito como se cuenta

Parece ser que el emperador medía 1,70 m, que no estaba nada mal para la época.

Osama bin Laden no fue el primero en atacar EE.UU. en su territorio

Tras los atentados del 11 S se dijo que el terrorista había sido el primero, pero en realidad fue Pancho Villa.

Las famosas 3 carabelas de Colón en realidad solo fueron 2

Las carabelas solo fueron dos, La Pinta y La Niña, porque la tercera nave que participó en el descubrimiento de América en realidad era una nao, otro tipo de embarcación mucho mayor.

George Washington no fue el primer presidente de EE.UU.

Técnicamente, el primer presidente de los Estados Unidos fue Peyton Randolph. Al estallar la revolución americana, en 1774 se reunió el Primer Congreso Continental, donde una comisión de notables eligió a Randolph como presidente provisional de esta institución.

Hasta 1789, año en el que se aprobó la Constitución de los EE UU, otros tantos políticos ocuparon el cargo en el Segundo Congreso Continental y en el Congreso de la Confederación, hasta que George Washington fue elegido por unanimidad el 30 de abril de ese mismo año.

Robin Hood no robaba a los ricos para dárselo a los pobres

En realidad, se trataba de un noble llamado Robert Hood que se sublevó contra el rey Ricardo II, y no contra el rey Juan, para evitar pagar impuestos.

Que se sepa, los piratas no enterraban sus botines

Quizá los enterraban tan bien que nunca ha aparecido ningún tesoro pirata enterrado, aunque lo más probable es que repartieran y gastaran sus botines en tabernas, burdeles y salas de juego de la isla de la Tortuga.

Las famosas brujas de Salem no fueron quemadas en la hoguera

En realidad, durante los juicios de Salem se condenó a 29 personas, 19 de las cuales fueron ahorcadas, pero no quemadas.  

Los nazis no hicieron jabón de los cuerpos de los prisioneros de los campos de concentración

bbc

Existe la creencia generalizada de que los nazis fabricaban jabón a escala industrial con los cadáveres de los judíos asesinados en las cámaras de gas. Sin embargo, no existe ninguna evidencia que corrobore este rumor. Se sabe que los nazis produjeron jabón con grasa humana únicamente con fines experimentales.

No existe evidencia alguna de que Maria Antonieta diera la frase «si no tienen pan, que coman pasteles»

La famosa frase apareció por primera vez en las Confesiones de Jean Jacques Rousseau en 1769, refiriéndose a una joven princesa de la corte parisina. Maria Antonieta llegó a Versalles en 1770, por lo que es imposible que la frase saliera de su boca. Aún así, los revolucionarios franceses cundieron este bulo como cierto para atacar a la monarquía.

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