Cocinar está al alcance de todos. Da igual el nivel del que partamos porque hay recetas tan diferentes como fáciles. Uno de los ejemplos de comida sabrosa y sencilla de elaborar es este estupendo pastel de jamón y queso gratinado.
Ya solo el nombre invita a que se nos haga la boca agua. ¿A quién no le gusta el queso fundido?
Seguro que grandes y pequeños disfrutarán por igual de este pastel. Además es un ‘snack’ perfecto porque su parecido con la empanada hace que podamos comerlo fuera y dentro de casa.
Con solo unos 40 minutos, pan de molde, jamón cocido, queso, bechamel y huevos tendremos lo suficiente para preparar la rica receta. ¡Manos a la obra!
Necesitamos 8 rebanadas de pan de molde, 12 lonchas de jamón cocido y 200 gramos de queso rallado (en este caso mozzarella)
Medio vaso de leche, un huevo, un poco de sal y bechamel, que se puede sustituir por mayonesa
Ponemos la mitad de las rebanadas de pan como base, cortando algunas para rellenar los huecos
Extendemos la bechamel por encima hasta cubrir todo
Echamos la primera capa de queso rallado
Y la primera de jamón, a la que añadimos encima otra capa más de queso rallado
Y después la segunda de jamón también
Al huevo que hemos batido le añadimos el vaso de leche y la pizca de sal
Mojamos en la mezcla el resto de rebanadas, que van a servir como tapa
Encima del pan volvemos a echar otro poco de queso
Lo metemos al horno a 180º y con calor por arriba y por abajo hasta que el queso se gratine
Aunque puede variar suelen ser unos 20 minutos de horno
Lo sacamos del molde y listo para comer, el aspecto que tiene es delicioso
Fuente: Cocina con Carmen