Estos son los consejos de María Montessori para educar niños independientes y felices

Publicado 6 septiembre, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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Queremos que nuestros hijos algún día se conviertan en adultos funcionales y, sin embargo, pasamos el día allanándoles el camino y limpiando el reguero que dejan tras de sí. De este modo, difícilmente lo lograremos.

Crecer es asumir responsabilidades y, para ello, los adultos debemos dejar que nuestros hijos sean cada vez más autónomos. ¿Cómo? Poco a poco, por supuesto.

Por ello, hemos reparado en el listado de consejos que ofrece la metodología de María Montessori, compartidos a través de la revista Eresmamá, para educar niños independientes y responsables, los cuales podemos empezar a aplicar a partir de los dos años y según su edad. 

Niños de 2 y 3 años

Esta franja de edad es la que María Montessori llamaba período sensible, donde los niños ostentan su máximo potencial de aprendizaje y son más receptivos. También coincide con el período en el que, como padres, tenemos la mejor oportunidad para orientarles.

Cuando empiezan a comunicarse y a descubrir el mundo a su alrededor, es el momento perfecto para darles sus primeras responsabilidades, aunque estas serán supervisadas por nosotros.

Aprender a guardar sus juguetes y velar porque no se rompan, ayudar a poner la mesa o vestirse solos podrían ser un buen comienzo. 

Del mismo modo, es crucial que les hagamos partícipes de las tareas de la casa. El niño debe comprender que forma parte del hogar y que, en él, todos tienen responsabilidades.

Niños de 4 y 6 años

A esta edad es importante que el mobiliario esté adaptado también para ellos ya que, dentro de sus posibilidades, podrán hacer bastantes cosas con las que sentirse partícipes y útiles. Además, irán adquiriendo la satisfacción de que hacen cosas y que las hacen bien. 

Siempre bajo nuestra supervisión, sería genial que el niño empezara a con sus primeras tareas en la cocina, tales como servirse el desayuno, preparar una ensalada o un bol con sus cereales favoritos.

María Montessori recomendaba que, a esta edad, todo niño fuera capaz de desenvolverse en todas esas pequeñas cosas que forman parte de sus vidas cotidianas. Para ello, y para que el niño se sienta autónomo y motivar aún más su independencia, son cruciales los refuerzos positivos. 

Niños de 7 y 8 años

Entre los 2 y los 8 años el niño experimenta el momento evolutivo más importante de su vida. Aquí es cuando nosotros debemos procurar asentar su autoestima, las raíces de su identidad y, sobre todo, la visión de autosuficiencia con la que podrán seguir creciendo sintiéndose capaces, útiles e independientes.

Entre los 7 y 8 años los niños pueden hacer cantidad de cosas, pero también es cierto que se creerán que pueden hacer mucho más de lo que les podemos permitir. Hay que darles alas, pero también buenos consejos.

Ya debería ser responsable plenamente de sus cosas, tanto en las del hogar como en todo lo referente a su educación. También deben demostrarnos que podemos confiar en  ellos, para así ir ganando aún más independencia.

No todos los niños maduran al mismo tiempo

También hay que tener en cuenta que no todos los niños maduran al mismo tiempo ni de la misma forma, por lo que no hay que darle responsabilidades que no puedan asumir. 

No hay que forzarles y, cuando les demos responsabilidades deberemos supervisarlas siempre, desde la discreción y el cariño. 

En esta tabla de tareas, que ya compartimos con vosotros hace tiempo en este artículo, podréis ver las actividades que podéis encomendarles, siempre dentro de sus posibilidades, y que pueden ir asumiendo según su edad:

Si no te convence este método, es mejor que veas los resultados por ti mismo, y ver de lo que son capaces niños de 2 años que han seguido este método. ¡Ver para creer!

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