La pasta es, posiblemente, el alimento que más éxito tiene entre los estudiantes y la gente a la que no le gusta cocinar o no tiene tiempo para hacerlo. Este alimento, además de ser delicioso, es uno de los más sanos y nunca está de más incluirlo en nuestra dieta.
Es cierto que su preparación es sencilla y rápida, pero eso no quiere decir que no existan recetas sabrosísimas y con cierto nivel de elaboración.
El origen de la pasta no está del todo claro y su invención se la discuten entre los chinos y los italianos. Fuera quien fuera su inventor, lo que si es seguro es que estas 2 culturas tan dispares son las que han sabido sacar el máximo partido a este manjar.
Por esta razón, hoy os traemos unas cuantas formas para que podáis hacer ramen casero o sopas de fideos chinos y los dejes listos para llevarlos al trabajo o a cualquier parte. Estos platos son muy famosos en las culturas orientales y existen infinidad de versiones instantáneas que podemos comprar en casi cualquier supermercado.
Se preparan todos en un bote con cierre hermético como los que veis en las fotografías, así podréis transportarlos a cualquier sitio. Cuando queréis comerlos solo tenéis que añadirle un poco de agua hirviendo, cerrar el bote y dejarlos durante unos 3 o 4 minutos.
Para que podáis disfrutar de este plato de una forma mucho más casera y sana tan solo tenéis que seguir los pasos que os vamos a mostrar a continuación.
1- Ramen Kimchi con carne de ternera
Esta receta coreana es muy sabrosa y fácil de preparar. La salsa Kimchi le da un sabor picante y alegre. Al ser la primera receta que explicamos veremos todos los pasos detallados que hay que seguir uno por uno, en las siguientes recetas los ingredientes se colocan de la misma forma, aunque no nos detendremos a explicarlo tan detalladamente.
Los ingredientes:
El sabor principal
La base de todo el preparado es el sabor. Puedes utilizar las pastillas de caldo que suelen vender en los supermercados, pero de esta forma el sabor será más artificial. Lo interesante es que busques algún concentrado de caldo que sea liquido o espeso, así conseguirás un sabor mucho más intenso y menos artificial.
Añade el kimchi picante
El kimchi es una salsa típica de corea. Puedes comprar un preparado de esta salsa o hacerla tú mismo siguiendo alguna receta. Este tipo de salsa tiene infinidad de versiones, dependiendo de la zona de Corea en la que se prepare, por lo que te recomendamos que eches un vistazo o si lo prefieres, aquí mismo te ponemos una receta rápida para hacerlo. Si le añades un poco de chili picante, quedará más sabroso.
Añade las setas shiitake
Puedes usar champiñones si lo prefieres. Cortamos en rodajas e introducidos en el tarro.
Ahora la carne seca
Añade unos pocos trozos de carne seca -cecina de ternera podría servir-. Este tipo de carne se conserva intacta durante mucho más tiempo y da mucho más sabor cuando entra en contacto con el agua hirviendo. No llega a saber igual que carne fresca, pero tiene un sabor interesante que le va mucho mejor a este tipo de preparado.
Así debe ir quedando
La parte de arriba debe quedar en un estado relativamente seco. Todos los ingredientes líquidos deberán permanecer abajo para no saturar a los secos ni humedecer en exceso a los fideos que vamos a colocar a continuación.
Ahora los fideos
No utilizaremos fideos totalmente secos, podemos ponerle pasta fresca o fideos precocinados. Aquí puedes elegir qué pasta prefieres.
Si te sientes con ganas puedes cocinar tu mismo unos tallarines y sacarlos de la olla unos instantes antes de que queden totalmente cocinados. Solo tendrás que escurrirlos y así podrás incorporarlos a la receta.
Cómo hacer que las cebolletas sigan conservando su frescura
Uno de los ingredientes más importantes de este ramen son las cebolletas, el problema es que si se mezclan con los demás ingredientes pueden perder algo de sabor o quedarse con una textura rara. Para evitar esto sigue nuestras indicaciones y quedará la mar de bien.
Envasando al vacío.
Introduce las cebolletas cortadas en una bolsa de plástico con cierre hermético. Ahora intenta sacar la mayor cantidad de aire posible doblando la bolsa como en la foto. Una vez hecho esto ciérralo-
Ya tienes listo tu paquetito con cebolletas
Guarda en el bote y ya lo tendrás listo para usar cuando vayas a prepara tu comida.
Ciérralo y al frigorífico
Esta receta puede aguantar en tu refrigerador una semana aproximadamente y no perderá ninguna de sus propiedades ni de su sabor. Si lo almacenas en una despensa a temperatura ambiente puede durarte 4 días.
Una vez los saques del frigorífico para llevarlos al trabajo, por ejemplo, no tendrás ningún problema ya que pueden aguantar perfectamente durante horas.
¡A comer!
Tan solo abre el bote, retira el paquete con las cebolletas y añade un poco de agua hirviendo.
Cierra la tapa
Toca esperar un poco…
Las cosas buenas llevan su tiempo, mantén cerrado el bote unos 3 ó 4 minutos. No, no se cocina más rápido si lo miras fijamente, ya lo hemos intentado nosotros.
Abrelo y añade las cebolletas
Seguramente al abrirlo el olor inundará tus fosas nasales y solo estás deseando hincarle el diente. Antes de nada recuerda que tienes unas cebolletas empaquetadas esperando para ser utilizadas, viértelas dentro del bote y remuévelo.
Listo para comer
La espera ha merecido la pena. Ya tienes tu ramen listo y preparado para comértelo. Disfruta del menú. Es muy probable que despiertes la envidia de todos lo que te hayan visto llegar con este bote de cristal tan guay. Lo único que puedes hacer en este momento es sentirte extraordinario y dar por sentado que te van a preguntar cómo se hacen estas cosas.
2- Fideos instantáneos con sabor a pollo y eneldo.
Por supuesto, lo primero es conseguir los ingredientes de la imagen. Pollo asado, caldo de pollo concentrado, cebolla en rodajas, eneldo picado, guisantes congelados y fideos precocinados como los de la anterior receta. El eneldo lo envasaremos de la misma forma que hicimos con las cebolletas.
Introduce los guisantes congelados primero. Estos serán la base de todo tu plato. Sigues los mismos pasos que hiciste en la receta anterior, es decir, introduce el caldo de pollo concentrado, la cebolla en rodajas y el pollo. Luego coloca los fideos precocinados encima de todo el preparado, ciérralo y guarda en la nevera
Añade el agua caliente igual que en la foto. No es recomendable que añadas el agua caliente si estás cerca de un ordenador como en la foto, solo por si acaso. Tápalo y déjalo reposar unos minutos.
Abrelo y ya está casi listo. Añade el eneldo picado, remueve los ingredientes y disfruta de este delicioso plato
3- Fideos instantáneos con vegetales y salsa de Miso y sésamo
Esta receta es apta para vegetarianos. Solo necesitas los ingredientes que ves en la fotografía. Caldo de verduras concentrado, pasta de miso, salsa de soja, tahini de sésamo y jengibre. Los vegetales que utilizaremos son setas shiitake, zanahoria laminada y hojas de espinacas troceadas. Por supuesto también debemos tener a mano los fideos chinos.
El paquete de ingredientes frescos esta vez estará compuestos de cebolletas picadas y láminas de jengibre encurtido.
Introducís todos los ingredientes en el bote igual que en las anteriores recetas, primero los húmedos y luego los secos. El método de preparado es exactamente igual a los anteriores. Un poco de agua hirviendo, cerrarlo durante 3 ó 4 minutos, añades la cebolleta y el jengibre encurtido y a comer.
Fideos Thai con sabor leche de coco al curry y gambas
El nombre de la receta puede sonar extraño pero creednos, el resultado es bastante bueno.
La base se prepara mezclando el caldo de pollo concentrado con la pasta de curry, salsa de chili y ajo. Un poco de salsa de pescado, una pizquita de azúcar moreno y leche de coco. Las gambas cocidas y los champiñones en rodajas se colocan encima y después un nido de fideos de arroz.
En la bolsita de plástico se coloca una mezcla de cebollitas y cilantro y medio limón o lima para exprimirlo una vez hayas añadido el agua hirviendo.
Aunque suene extraño su sabor es muy equilibrado. Puedes disfrutar de sabores salados, amargos y dulces sin llegar a sobrarle ninguno de ellos.
¿Cómo hacer tus propios sabores?
Seguramente ya te has dado cuenta de que estas recetas siguen un patrón bastante sencillo. Siguiendo las indicaciones anteriores puedes innovar hasta donde llegue tu imaginación. De todas formas vamos a darte un par de consejos para que todo salga bien a la primera.
Los tarros
Puedes usar cualquier tipo de tarro mientras sea resistente al calor. Nosotros recomendamos los de cristal porque no transforman el sabor de la comida. El tamaño del tarro depende, en parte, de lo glotones que seáis. Los que salen en las fotografías son de IKEA y apenas cuestan 1€ cada uno. Es importante que se cierren bien, para evitar que se puedan abrir y desperdigar los ingredientes.
La base del sabor
Para la base en nuestro caso hemos utilizado principalmente caldos concentrados o extractos de carne. Como dijimos al principio, puedes utilizar concentrados en polvo, pero nunca llegarán a darle ese sabor tan fresco como los concentrados húmedos. Prueba varias marcas y sabores hasta que des con el que a ti te guste más.
También tienes que tener en cuenta qué otros ingredientes vas a usar. Si utilizas ingredientes muy salados y la vez la salsa también lo es puede quedar un sabor muy fuerte. Asegurase de equilibrarlo bien y reducir la cantidad de unos u otros ingredientes para equilibrar el resultado final.
Los fideos
La mejor opción y más rápida es la de utilizar fideos de arroz como los de la foto. Se cocinan rápidamente al verter el agua hirviendo en el bote y no tienes que preocuparte de cocinarlos tú previamente.
No recomendamos el uso de pastas italianas, aunque sean frescas, ya que no terminan de cocinarse con el agua hirviendo y suelen quedarse pegajosas.
Si quieres utilizar pastas de trigo debes recordar que o bien sean precocinadas o cocinarlas tú casi por completo, así al añadirles el agua hirviendo quedarán en su punto. Recuerda echarles un poco de aceite para evitar que se peguen entre ellos.
Añadir carnes o pescados
Las carnes que añadas a los platos deben estar totalmente cocinadas, curadas o secas. Recuerda que el agua hirviendo no dura lo suficiente como para cocinar una carne cruda completamente. Las mejores son las carnes más secas, como pollo asado, cecina de ternera, embutidos, etc. El bacon -o tocino- es la única carne que si la agregas cruda en trozos finitos se cocinará lo suficiente para poder comerla sin problemas. Recuerda que también puedes añadir pescado, tofu, gambas, cangrejo, etc. en las mismas condiciones que la carne, es decir, cocinadas o deshidratadas.
Añadir verduras
Lo principal que debemos recordar es que nada se cocina del todo con solo añadir el agua caliente. Los alimentos absorben el agua y se cocinan un poco, pero solo eso. Asegurase de que todas las verduras que añadas puedan ser comidas sin necesidad de estar cocinadas. Las verduras más duras como zanahoria, puerros, repollos, etc, solamente debes cortarlos en rodajas fritas, así se ablandarán mucho mejor. Las verduras más tiernas como champiñones o tomates puedes cortarlos en trozos pequeños. En las verduras de hoja verde como la col rizada o las espinacas deberás dejar solo las hojas y eliminar todos los tallos gruesos y fibras que puedan tener.
Las verduras congeladas como guisantes, maíz, etc. pueden ser añadidas directamente sin ningún problema ya que realmente se encuentran cocinadas.
Los paquetes de ingredientes frescos al vacío.
Aquí es donde debemos meter todos esos ingredientes frescos que dan más sabor antes de ser cocinados. Hierbas frescas, cítricos, chiles, alcaparras, etc.
Por supuesto puedes usar cualquier tipo de sabor, no solo limitarte a los típicos ingredientes orientales. Aquí es donde realmente puedes dar rienda suelta a tu imaginación, eso si, con un poco de cuidado, no vayas a mezclar ingredientes muy picantes con otros mucho más picantes aún o cosas así.
Ahora es tu turno de inventar y dar rienda suelta tu creatividad como cocinero y recuerda, si sale rico, mándanos la receta.
Fuente: Serious eats. Imágenes traducidas por La voz del muro.
