Invirtió 36 años de su vida en hacer esto por un bonito motivo

Publicado 24 abril, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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Huang Dafa ha invertido 36 años de su vida en mejorar el bienestar de sus conciudadanos. Este anciano chino de 89 años construyó con sus propias manos un canal de 9.400 metros que rodea tres montañas para llevar agua a su localidad, de la que es alcalde.

Su mastodóntico proyecto comenzó allá en 1959, cuando los vecinos de un pequeño pueblo llamado Caoyuanba, situado en la cordillera de la provincia de Guizhou, China, apenas disponían agua potable para sobrevivir, un recurso al que solo tenían acceso a través de las aguas pluviales y de un pequeño riachuelo que terminó secándose.

Antes del canal, Dafa recuerda cómo todos los vecinos de Caoyuanba tenían que dosificar el agua que gastaban minuciosamente. «Si uno se llevaba mucha agua, los demás nos quedábamos sin ella», explica.

Huang Dafa invirtió 36 años de su vida para construir un canal de casi 10 km con el que poder llevar agua potable a la pequeña localidad de Caoyuanba, de la que es alcalde.

Pero ahí no termina la cosa. Antes de la culminación del proyecto, cultivar y consumir ciertos productos era un lujo que no podían permitirse a diario. Por ejemplo, si el resto del país comía arroz casi a diario, los vecinos de esta pequeña localidad solo podían tomarlo en los días más señalados. Y es que, únicamente podían permitirse plantar patatas y maíz.

De hecho, muchos pueblos colindantes se referían a Caoyuanba como «esa zona pobre», ya que no disponía de agua, electricidad y, mucho menos, de carreteras. Así, la precariedad de recursos provocó que muchos vecinos se marcharan para encontrar una vida mejor. No obstante, Dafa quería convertir a Caoyuanba en localidad habitable.«Por eso decidí que el pueblo debía tener tres cosas: luz, una carretera de acceso y agua», agrega.

El primer paso fue visitar a los pueblos cercanos, para ver si alguno tenía suficiente agua como para poder compartirla con el suyo. Por suerte, en Yebiao encontró lo que buscaba. Solo existía un inconveniente: ambas localidades se encuentran separadas por 10 kilómetros de montañas.

Así fue como, movido por un férreo empeño, Dafa decidió estudiar hidrología. A la edad de 53 solicitó trabajar en el departamento de aguas de una ciudad cercana y allí empezó a descubrir cómo podría realizar su sueño.

Tras acumular un vasto conocimiento sobre el tema durante 3 años, decidió que ya era hora de poner en marcha su plan. Cuando hubo reunido los fondos necesarios, principalmente provenientes del gobierno local y de las donaciones de los residentes de Caoyuanba, Dafa lideró al grupo de 200 trabajadores que tomaron parte en la construcción del canal.

En 1995, 36 años después, se inauguró la obra de ingeniería que, sumada a la llegada de la electricidad y el acceso por carretera, cambió considerablemente la calidad de vida de todos los habitantes de Caoyuanba, cuya población empezó a crecer.

La increíble historia de Huang, de una determinación que ha impresionado al panorama internacional, es un ejemplo perfecto de que la voluntad del ser humano, en ocasiones, es imparable.

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