Existen infinidad de especies animales en nuestro mundo. Aunque una gran cantidad ya han sido debidamente estudiados y catalogado, todavía queda una gran cantidad de especies desconocidas que surgen todos los días. Normalmente, el mar es el contenedor de estos animales tan extraños, ya que debido a sus características es el medio más difícil de estudiar.
No todas las especies marinas pueden ser bonitas y darnos ganas de adoptar una, pero en parte en eso reside su belleza. Hoy os vamos a hablar de un animal que, en realidad son un grupo de organismos diferentes que se han unido para sobrevivir.
La carabela portuguesa
Este animal es una colonia de diferentes organismos. Su aspecto es el de una medusa un poco más estilizada.
La carabela portuguesa (también conocida como Physalia Physalis) se puede encontrar por todo el mundo pero suele ser más frecuente verla en aguas del pacífico tropical y subtropical.
Esta criatura se compone de 4 zooides (un animal que surge de otro a través de florecimiento o por medio de división) y cada uno de ellos tiene un cometido diferente dentro de la colonia. La carabela portuguesa solo puede sobrevivir si los 4 organismos que la componen trabajan al unísono y con un objetivo común. Esto quiere decir que ninguna de las 4 especies que la componen podría sobrevivir por sí sola.
Cada uno de lo zooides está conectado a un sistema central en el centro del organismo.
El centro del organismo es hueco y aquí es donde nos encontramos el estomago comunitario. Este «centro neurálgico» es el que dota de estabilidad a la colonia.
La parte más llamativa del organismo es el pneumatóforo. Es la que tiene forma de abanico, transparente y hueca, que contiene gas para poder flotar por el océano. Esta parte suele medir entre 9 y 30 centímetros de largo y actuar como una vela, es la responsable de que la carabela portuguesa no se hunda y siga a flote.
El pneumatóforo es el encargado del desplazamiento de la colonia gracias a las corrientes marinas y a los vientos. El problema es que si sufre un ataque animal o se desinfla por algún motivo condena a los otros 3 organismos a una muerte segura.
Los dactilozóides son los tentáculos alargados y enrollados que cuelgan bajo el agua. Suelen medir entre 10 metros y 50 metros de largo.
Estos chicos son los encargados de la caza de la comida que alimentará a la colonia. Por regla general el alimento son pequeños peces y plancton. Estos tentáculos están recubiertos por células urticantes al igual que las medusas. Al entrar en contacto con algún ser vivo (un pez pequeño, o incluso una persona) se dispara automaticamente una pua que inocula un veneno dolorosísimo y paralizante en al víctima. Una vez atrapada la presa se eleva hasta el cuerpo central donde actuará el siguiente organismo.
Hay que decir que existen cierto tipo de peces (como el pez payaso o el jurel) que no disparan estos receptores y, por lo tanto, pueden pasearse alegremente entre sus tentáculos.
Ahora le toca el turno a los gastrozoides. Estos tentáculos mucho más pequeños que los dactilozoides tienen unas pequeñas bocas en los extremos. Cuando la presa llega a ellos, es rodeado por ellos, los cuales empiezan a secretar enzimas digestivas para deshacer el alimento. En cuanto la comida ha sido licuada, absorben toda la pasta alimenticia hasta el hueco o estomago central y aquí es donde los 4 «amiguitos» comparten los nutrientes.
Foto: Pato Nova
El último de los 4 organismos es el llamado gonozoide y es el que se encarga de la reproducción y continuidad de la especie.
Es bastante sencillo en principio. El organismo mascúlino expulsa el esperma al mar y el femenino lo recibe. Todo lo demás es un misterio a día de hoy para los científicos. Es extraño que la carabela sea un organismo colonial pero sus células sexuales pueden flotar solas y reproducirse. Existe una alternancia en reproducción sexual y asexual en sus individuos pero sigue sin estar claro cómo funciona.
A día de hoy queda bastante por investigar de este fantástico cúmulo de organismos que dan lugar a un solo ser.
¿Conocíais a este animal? ¿qué os ha parecido? desde luego irradia una extraña belleza que parece provenir de otros mundos.
Fuente: Diply
