A pesar de que la crisis ha rebajado el precio del suelo, existen ciudades y capitales mundiales donde es imposible que un trabajador de clase media pueda adquirir una vivienda, tal vez es por eso que las microviviendas o mini casitas se están poniendo muy de moda.
Este tipo de construcciones tienen múltiples ventajas, resultan rápidas y económicas de construir, fáciles de mantener y ecológicas.
Además, al estar concebidas para aprovechar hasta el último milímetro cuadrado, resultan muy eficientes y cuentan con todo tipo de comodidades.
Y si no me crees, descubre este impresionante proyecto de microvivienda en pleno corazón de Washington DC.
La caja de cerillas.
Si tu casa va a ser tan pequeña como una caja de cerillas, ¿por qué no inspirarse en ella?
Siguiendo esta idea Jay Austin ha diseñado y construido su propia microvivienda, un pequeño cubo de 2’28 metros de alto y ancho por 5’18 de largo.
A pesar de su pequeño, tamaño esta casita destaca por su amplio interior. Un espacio diáfano en el que se concentran todas las estancias de la casa en una sola, a excepción del baño.
Austin ha situado la cama en una segunda altura para aprovechar aun más el espacio.
La planta baja se compone de una generosa cocina y una amplia sala de estar con grandes espacios de almacenaje.
Como inspiración a la caja de cerillas, la madera ha sido pintada de color betún para dar un aspecto quemado al revestimiento exterior, el cual ha quedado genial.
La idea ha gustado tanto que ya son varias las microcasitas que se concentran en esta parcela de tierra en Washington DC, donde además comparte un precioso huerto urbano en el que cultivar sus propios alimentos ecológicos.
Y si no te haces una idea de lo bien aprovechado que está el espacio de estas pequeñas viviendas, puedes ver su distribución en este video.
Fuente: theshelterblog.com
