Hace unos meses y a través de un hilo de Reddit, titulado «operadores del 911, ¿qué llamada nunca podría olvidar?«, el ex operador de emergencias -en servicio de 2004 a 2006- Keith Weisinger dejaba el siguiente comentario en el que transcribía la llamada que tuvo lugar con una mujer de mediana edad que estaba sufriendo violencia de género:
«Una vez tuve una llamada que empezó como una broma, pero que acabó siendo muy seria:
– 911, ¿cuál es su emergencia?
– 123 Main St
– Ok ¿qué ocurre allí?
– Me gustaría pedir una pizza.
– Señora ha llamado al 911.
– Sí, lo sé. ¿Puedo pedir una con peperonni, champiñones y pimentón?
– ¿Señora está bien todo allí, tiene una emergencia?.
– Sí, la tengo.
– ¿Y no puede hablar de eso porque alguien está allí con usted?
– Sí eso es correcto. ¿Sabe cuánto tardará?
– Tengo a un oficial cerca de su casa. ¿Hay armas allí?.
– No.
– ¿Puede permanecer al teléfono conmigo?
– No. Gracias. Nos vemos.
Como registramos las llamadas, comprobé la historia en la dirección, y vi que había varias llamadas de violencia doméstica anteriores. El oficial que llegó encuentró a una pareja, ella que había sido claramente golpeada, y el novio que estaba borracho. El funcionario lo arrestó después de que ella le explicase que el novio había estado golpeándola durante un buen rato. Pensé que ella había sido muy lista al usar ese truco de la pizza. Definitivamente, se trata de una de las llamadas más memorables».
Posteriormente, Keith Weisinger, que ahora es abogado medioambiental para el gobierno de EEUU, ha concedido algunas entrevistas, en las que alega que es un trabajo muy frustrante puesto que los operadores del 911, rara vez consiguen enterarse del resultado de sus llamadas, a no ser que tengan un punto en común con los oficiales o los médicos que atendieron a la persona que perpetuó la llamada.
Aunque ya no se dedica a este oficio, Weisinger recuerda con añoranza el servicio en el 911, pues lo ve como un servicio público muy gratificante. Además, elogió la inteligencia de la mujer que realizó esa llamada hace casi 10 años, pues consiguió comunicar perfectamente su emergencia si alertar a su agresor.
Resulta admirable el valor que tuvo que sacar la mujer agredida para realizar una llamada tan exitosa. Lo bueno de la historia es que todo acabó bien. Desgraciadamente cada vez son más los casos de violencia de género que sufren muchas mujeres en todo el mundo. Desde La Voz del Muro queremos hacer una denuncia social frente a todas estas atrocidades que siguen sucediendo, y abogamos por el cese de todas estas prácticas. Si te a parecido tan apasionante como a nosotros, comparte esta historia y déjanos una opinión en Facebook.
