La depresión es una enfermedad reconocida que debe ser diagnosticada y tratada correctamente. La persona que la sufre se ve afectada tanto a nivel físico como psicológico, pero sus síntomas son tan variables que la hacen difícil de detectar.
En Japón, hasta no hace mucho, ni siquiera estaba reconocida como enfermedad. Esto hacía que las ventas de antidepresivos en el país fuesen mínimas y que sus cotas de enfermos por depresión fuesen casi inexistentes.
La gente afectada por depresión no sabía lo que le sucedía, ya que los médicos no detectaban esta enfermedad como tal y recomendaban a los afectados cosas como descansar o hacer deporte, actividades útiles, pero en muchas ocasiones insuficientes como tratamiento.
Esta es Watashi, personaje de manga afectado por depresión
Hace unos 10 años, Torisugari, dibujante e historietista, empezó a sentir los síntomas de la depresión. En esos momentos solo tenía ganas de morirse. La enfermedad se agravaba debido a que la gente de su entorno tampoco lo comprendían.
Torisugari fue al médico tras un intento de suicidio fallido, pero este le dijo que se encontraba perfectamente. Su padre le decía que lo único que pretendía era llamar la atención.
No sabía lo que le sucedía, todo le empezaba a parecer extraño, sus amistades y familia le fallaban. Decidió ir a un médico diferente y entonces fue cuando le diagnosticaron depresión.
El joven no había oído nunca hablar de la depresión, y no es de extrañar. En Japón esta enfermedad se achacaba a factores físicos como el cansancio.
En la década de los 90, nadie más allá de los círculos psiquiátricos había oído esta palabra. Mucha gente decía que eso era porque los japoneses no sufrían depresión.
La realidad es que aprendieron a ocultar sus sentimientos y a seguir con su vida. Muchos de ellos expresaban su depresión de forma artística, a través de la pintura, la música o el cine.
Fue entonces cuando Torisugari creó el personaje de Watashi, una chica con depresión, y empezó a mostrar al mundo lo que se siente. Para él era una forma de expresar sus sentimientos, algo que denominó como una «terapia de manga» que le ayudaba bastante.
A finales del siglo XX, una conocida marca de antidepresivos ideó una campaña publicitaria que cambiaría para siempre la concepción de los japoneses de esta enfermedad.
Hacer ejercicio era el tratamiento recomendado por los médicos
Bautizó a la depresión con el nombre de Kokoro no kaze (algo así como el resfriado del corazón) y como tal, debía ser tratado con medicamentos.
Esta enfermedad podía afectar a cualquiera. De la noche la mañana, la gente con depresión empezó a comprender lo que le sucedía, y en solo 4 años el número de casos de gente diagnosticada se duplicó.
En 2006, la cifra se multiplicó por 6. Los afectados por depresión ya no eran vistos como bichos raros antisociales. Todo tenía una explicación médica y un tratamiento.
Esta «nueva» enfermedad ya no era tan solo aceptada, sino que incluso empezaba a verse en la vida pública. Las confesiones de famosos cantantes y actores sobre sus episodios de depresión ayudaron a normalizarla.
La enfermedad llegó incluso hasta los tribunales, donde la familia de Ichiro Oshima denunció a la empresa Dentsu por ser la principal culpable de su depresión y su posterior suicidio, debido a la presión que la compañía ejercía sobre sus empleados.
La gente con depresión siente como si su mundo se resquebrajara
Este hecho sentó un precedente y se demostró que la depresión podía ser causada por factores como trabajar demasiado y que no tenía nada que ver con una cuestión de herencia genética, como intentaron defender desde Dentsu.
Este juicio puso en boca de todos la depresión. Había dejado de ser un asunto doméstico para convertirse en la abanderada de la lucha por los derechos de los trabajadores.
El estrés en el trabajo puede ser un desencadenante de la depresión
Gracias a esto, en 2006 se aprobó una ley para la prevención del suicidio. Esta era otra manera de eliminar esa idea de nobleza y honor que los japoneses tenían sobre este fatídico acto.
Desde 2015, las empresas con más de 50 trabajadores tienen la obligación de realizar exámenes de estrés, que se basan unos cuestionarios realizados por médicos y enfermeros para evaluar a cada trabajador de la empresa y sus circunstancias.
Muchos enfermos dicen que la depresión es como una caída constante y sin fondo
Podríamos pensar que entonces Japón esta ya está totalmente concienciado respecto a los problemas de esta enfermedad, pero lo triste es que no es así. En el entorno de trabajo aún hay muchas personas que todavía cuestionan a la gente que tiene bajas por depresión, algo que, en realidad, se sufre en prácticamente todos los países. Siempre habrá quien piense que el enfermo de depresión se lo inventa todo y eso es algo contra lo que debemos de luchar.
Fuente e imágenes: BBC, artículo por La Voz del Muro
