Las 2 leyes que han ayudado a Japón a mantener la obesidad a raya

Publicado 10 marzo, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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La gran mayoría de países que componen la lista con el índice de obesidad más bajo se ven obligados a luchar contra problemas tales como la escasez de alimentos y recursos, pobreza, hambruna e inseguridad, o todo al mismo tiempo. Sin embargo, en el puesto 38, entre Mali y Zimbabue, podemos encontrar un país que no encaja para nada con el resto: Japón. 

Pero ¿cómo es posible que uno de los países del G8, en comparación con sus otros semejantes que ostentan índices bastantes más altos, pueda tener solo un 3,5% de obesidad?

Según contaba la experta en nutrición para la región del Pacífico Occidental de la Organización Mundial de la Salud a BBC Mundo, Katrin Engelhardt, detrás del éxito japonés existe un gobierno comprometido en sus políticas para mantener el sobrepeso a raya. 

Al parecer, Japón cuenta con programas de nutrición y educación que conforman lo que se conoce como «Salud Japón 21″, una campaña nacional para la promoción de la salud. 

Pero además, señala Engelhardt, entre estas medidas destacan dos leyes que han sido la clave del éxito para frenar la obesidad:

 La Ley Shuku Iku

Vigente desde 2005, el objetivo de esta ley es aumentar la información de los estudiantes sobre la cadena alimentaria, así como la procedencia y producción de alimentos, desde preescolar a secundaria. 

Así pues, la Ley Shuku Iku, que en español vendría a decir algo así como educación sobre la comida, promueve medidas tales como: 

  • Menús saludables en colegios e institutos.
  • Contratación de nutricionistas profesionales, que además tengan titulación como docentes para dar clases específicas sobre alimentación. 

  • Promoción de una cultura social alrededor de la comida. Desde pequeños, los japoneses ayudan a preparar y servir la comida en los colegios, manteniendo la idea de que comer es un acto social. 

Ni qué decir tiene que no existen máquinas expendedoras de comida insana dentro de los centros docentes, por lo que elimina la tentativa y dificulta que el alumno tenga acceso a snacks tan poco saludables como refrescos o chocolatinas.

La Ley Metabo

La Ley Metabo -metabolismo- anima a los adultos con edades comprendidas entre los 40 y 75 años a hacerse una medición anual del contorno de la cintura. Según la OMS, la cintura ideal de un hombre no debe sobrepasar de 94 y la de la mujer 80, si no estamos dispuestos a correr el riesgo de padecer complicaciones médicas.

Estas medidas no solamente son promovidas por las instituciones públicas de salud, sino también muchas empresas. Según Engelhardt, «los empleadores tienen un día anual claramente identificado en el que todo su personal debe medirse la circunferencia de la cintura«. Si las medidas no fueran saludables, las empresas deben animar a sus trabajadores a poner remedio.

De hecho, en el marco de la Ley Metabo:

  • Las compañías deben promover descansos en la jornada laboral para hacer ejercicio. Algunas cuentan con instalaciones deportivas propias, que los empleados pueden usar para practicar ejercicio durante el descanso de la comida y antes o después del trabajo.

  • Animan a sus empleados a acudir al puesto de trabajo a pie o en bicicleta. El gobierno, por su parte, se encarga de proporcionar carriles y vías seguras para los ciclistas. 

Además de todas estas medidas, en Japón se promueve el uso de comida fresca y de origen local, así como su predilección por las porciones pequeñas, dos percepciones muy arraigadas dentro de su cultura.

Lo cierto es que el sistema de alimentación en Japón, visto lo visto, es digno de emular por otras culturas occidentales. Ganaríamos en calidad de vida y, por supuesto, en salud. ¿Tú qué opinas?

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