A pesar de la mala fama, las mantis son unos insectos fascinantes e inofensivos, que lejos de resultar peligrosos, nos ayudan a regular la cantidad de insectos y plagas en jardines y cultivos de consumo humano, siendo más efectivas que los insecticidas y encima respetuosas con la naturaleza.
Existen más de 2400 especies distintas de esta voraz depredadora,que ha cautivado a naturalistas, entomólogos y fotógrafos de todo el mundo, y que aunque pueda resultar chocante, está emparentada con las cucarachas. Tienen una excelente visión periférica, ya que en su curiosa cabeza triangular capaz de girar 180 grados, poseen dos grandes ojos compuestos y tres simples situados entre las antenas.
Mariposas, polillas, grillos, saltamontes, moscas y cualquier otros insecto despierta el interés de la mantis, que sale de su letargo para caer sobre su víctima con sus serradas patas delanteras, tan rápido que resulta difícil de ver.
Ningún insecto se libra del voraz apetito de la mantis, ni siquiera los de su propia especie, y es que si por algo se conoce a las mantis es por la leyenda negra de la copula.
En ciertas especies de mantis, es costumbre que la hembra devore al macho antes, durante o después del apareamiento. Las que se lo comen antes es por no quedar satisfechas con el cortejo, y las que se lo comen después o durante lo hacen para conseguir así un «suplemento proteico» que le vendrá muy bien durante la puesta de huevos.
Aunque suelen ser de colores verdes o pardos, algunas mantis son unas expertas del camuflaje, adoptan colores y formas singulares y permanecen ocultas pacientemente esperando a sus presas. No te pierdas los 20 tipos de mantis religiosas más curiosas y extraordinarias del mundo.
Mantis Religiosa
Flickr: Irene Mai
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La mantis religiosa es la variedad más conocida de los mantidos, y debe su nombre a sus prominentes patas delanteras, que están dobladas y juntas en un ángulo que recuerda a la posición de oración.
Suelen ser de color verde, alcanzan un año de vida y pueden mudar hasta 6 veces. A pesar de su nombre, estos insectos no tiene piedad y son unos fantásticos depredadores.
Mantis diabolica o Flor del Diablo.
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Esta singular especie de Mantis, único ejemplar del genero Idolomantis, es probablemente la mantis de mayor tamaño, pudiendo alcanzar en machos los 11 centímetros, mientras que las hembras llegan a medir 13 centímetros.
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Su impresionante estiramiento le permite tomar la apariencia de una flor, para permanecer al acecho hasta que algun insecto politizado cae desapercibido en sus garras.
Mantis hormiga asiática – Odontomantis planiceps.
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Y de la mantis más grande pasamos a la más pequeña, la diminuta mantis hormiga asiática, una especie de Malasia, cuyas ninfas presentan un extraordinario parecido con las hormigas. Se asemejan tanto a ellas que incluso forman agregados. Evidentemente, las similitudes desaparecen cuando son adultas.
La mantis orquídea – Hymenopus coronatus.
Pocos insectos son más atractivos que la excepcional «mantis orquídea», y además es un autentico prodigio del mimetismo, ya que su cuerpo cuenta con unas proyecciones planas en las patas y un abdomen a semejanza de los pétalos de las orquídeas.
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Esta especie puede adquirir colores, blancos, rosas o amarillos dependiendo del tipo de orquídea que predomine en su entorno, además es una de las especies con mayor dimorfismo sexual, pudiendo duplicar en tamaño las hembras a los machos, los cuales pueden ser devorados durante el apareamiento.
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No es que cace entre las flores, sino que ella entera parece una flor y su cabeza, vista con luz ultravioleta (como lo hacen los insectos), recuerda a los nectarios de estas flores, con lo que los despistados insectos van directamente hasta «la boca del lobo».
Mantis con ojos – Creobroter meleagris.
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La mantis moteada con ocelos o con ojos, es una especie típica de Vietnam que vive oculta entre las flores y que cuando es molestada, despliega actitud amenazadora sus alas que presentan un dibujo con forma de ojo para espantar a sus atacantes.
Mantis violin – Gongylus gongylodes.
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Flickr: Rakesh Ayilliath
Las Gongylus Gongylodes, también conocidas como las mantis violín errantes, poseen un cuerpo extraño caracterizado por un largo cuello y sus brazos extremadamente delgados con grandes apéndices, lo que les da un aspecto de violinistas. Esta especie natural de India y Sri Lanka, no es particularmente agresiva, ni presenta canibalismo reproductivo.
Mantis Hoja Muerta – Acanthops falcataria.
Detalle de la cabeza de una mantis hoja muerta hembra en la que pueden apreciarse los tres ocelos u ojos extra que posee entre las antenas.
La Acanthops falcataria, también llamada Mantis Hoja Muerta es una especie de mantis muy común en América del Sur, su principal característica es su avanzado camuflaje y su capacidad para imitar el movimiento de las hojas cuando sopla viento para pasar desapercibida.
Mantis Hoja Seca – Deroplays lobata y Deroplatys trigonodera.
Cuando se eleva sobre sus patas traseras y abre las alas, las mantis Droplays aparentan ser el doble de su tamaño lo que les permite amilanar y asustar a los depredadores.
Deroplatys trigonodera
Flickr: Brian Gratwicke
Sin peligro a la vista, vuelve al reposo y se mimetiza con las hojas secas.
Mantis Fantasma – Phyllocrania Paradoxa.
La mantis fantasma, que puede encontrarse en zonas de Madagascar y África continental, es otra de las especies con cuerpo en forma de hoja seca, aunque si por algo se caracteriza es por su impresionante cono asombrosamente asimétrico que le ayuda a distorsionar el contorno de su cuerpo para pasar desapercibida ante las hojas.
Flikcr: Frupus
Es el típico depredador ‘sit-and-wait’, que utilizando su camuflaje pacientemente a la espera de que una presa desprevenida se acerque y caiga entre sus pinzas. Un magnífico depredador.
Flikcr: Frupus
Aunque normalmente es de color café oscuro, también existen variedades de color arena, verde, café claro, o incluso verde.
Mantis Palo – Schizocephala Bicornis
Flickr: somaskanda
Deviantart: macrojunkie
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La extraordinariamente delgada, la mantis palo se esconde entre las espigas de la India, Nepal y las islas de la Sonda.
La mantis boxeadora – Ephestiasula pictipes.
Flikcr: Frupus
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La fascinante «mantis boxeadora», endémica también de India y Nepal, posee un característico antebrazo que recuerda a un guante de boxeo. Es una de las especies más pequeñas de mates, pues las hembras rara vez superan los 2,5 centímetros de largo.
La Mantis Jade – Hierodula salomonis.
Deviantart: macrojunkie
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Las Hierodula son un género de mantis religiosa que se encuentra en todo Asia. Habitualmente se las denomina comúnmente mantis gigante debido a su gran tamaño, auque si presentan un color azulado también se las llama mantas jade.
Mantis vampiro – Empusa Pennata.
Ninfa de Empussa pennata
Flickr: Jordi Roy Gabarra
Flickr: Javier Díaz Barrera
A pesar de llevar el nombre del ancestro griego de los vampiros, esta mantis con peinado a lo Dracula y aspecto tétrico y escalofriante, no es especialmente agresiva. Aunque las hembras pueden superar los 7 centímetros de longitud, no tienen la mala costumbre de comerse al macho durante la copula.
Mantis cobra – Choeradodis rhombicollis.
Flickr: Andreas Kay
Flickr: Andreas Kay
Como no mencionar a las fantásticas mantis que imitan a hojas vivas, en especial a la llamada mantis cobra. Si ya las mantis religiosas son asombrosas por sí mismas, estas mantis-hoja son verdaderamente increíbles. Suelen encontrarse en las regiones tropicales americanas, desde el sur de México y Belice, hasta Perú y Surinam.
Mantis rosada.
No existe mucha información acerca de esta hermosa especie de mantis que simula exquisitamente la figura de una flor. Sin duda debe de ser pariente de la Mantis Orquídea y de la Wahlbergii. La fotografía la obtuvo Glen Hush para NatGeo.
Mantis flor espinosa – Pseudocreobotra wahlbergii.
Deviantart: macrojunkie
Vestida de gala y lista para comerse a su compañero, la Mantis «flor espinosa» es un fascinante insecto que habita en muchos países de África subsahariana.
Flikcr: Frupus
Sus ojos son de color púrpura pero dependiendo de las condiciones de luz puede variar de lila a un violeta profundo. Las alas más delgadas que están debajo de las alas superiores son de color amarillo brillante.
Flikcr: Frupus
Cuando las ninfas nacen son de color negro. En estado adulto llegan a medir de 4 a 5 centímetros.
Son de color blanco con rayas naranjas y verdes, y los adultos tienen en sus alas un dibujo parecido a un ojo. Si se siente amenazada la mantis flor espinosa, pondrá sus alas hacia arriba para mostrar sus ojos.
Mantis metálica (Metallyticus splendidus)
La característica principal de esta curiosa especie endémica del el sudeste de Asia, es su iridiscencia, que según la luz muestra una gama de colores metalizados muy vistosos, aunque sin luz directa el aspecto de su color es oscuro.
La mantis canosa – Gonatista grisea.
Flickr: Richard Crook
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Flickr: Larah McElroy
La mantis canosa es un prodigio de mimetismo con su medio, sobre las cortezas de los arboles pasa desapercibida esperando pacientemente a que su presa se acerque. Cuando se encuentra a una distancia adecuada, salta disparada como un resorte y la captura, es uno de los mayores espectáculos de la naturaleza.
Mantis del Congo – Sphodromantis aurea.
Deviantart: macrojunkie
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La mantis del Congo es una de las mantis religiosas más bonitas y grandes, pudiendo las hembras alcanzar hasta 9 centímetros de largo. Aunque presentan tonalidades que van desde los marrones profundos hasta el color crema, las más deseadas por los coleccionistas y criadores son las que poseen tonos verdes.
Fuente: Muyinteresantespainsblog, ecometta.org, macroinstantes, csdmx, taringa.net, paperblog, quo, naukas.com, nerdygaga, nature-bizarre, lareseva, esras
