Miracle Village, el pueblo formado por pederastas y delincuentes sexuales

Publicado 10 enero, 2017 por admin
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A simple vista Miracle Village (Pueblo Milagro) parece un residencial igual que cualquier otro. Sin embargo, a poco que pasees por sus calles apreciarás ciertas diferencias. La más importante: no hay ningún niño allí.

La razón es que este pueblo de 200 habitantes en el condado de Palm Beach, Florida, está compuesto en su mayoría de ex presidiarios y presos en libertad condicional, culpables todos de algún delito sexual. 

Una comunidad idílica formada por delincuentes sexuales 

Abuso de menores, tenencia o distribución de pornografía infantil, acoso, exhibicionismo… la lista de delitos es muy diversa y larga. Algunos eran marginados, y otros gente de bien, profesores, curas o entrenadores. Hoy son todos iguales. 

Muchos saben que son culpables y viven aquí para expiar sus delitos. Quieren vivir en paz. No reincidir. Seguir adelante y este pueblo les da esperanza y mantiene alejado de todo, incluso de las tentaciones. 

Otros consideran que están aquí por un cúmulo de malos entendidos. Aún así, una vez eres incluido en el registro de delincuentes sexuales, es imposible volver a llevar una vida normal. No hay vuelta atrás, y Miracle Village te da seguridad y te permite vivir sin ser continuamente juzgado. Es el caso de Christopher Dawson de 19 años.

Dawson mantuvo relaciones con una adolescente que él creía tenía 16, la edad de consentimiento en Florida. Ambos salieron juntos durante unos meses hasta que los padres de ella le denunciaron. «Tenía 14 años pero no sabía nada».

Fue condenado a 2 años de arresto domiciliario y 8 de libertad condicional. Sin embargo violó los términos cuando entró en contacto con el hermano de un amigo suyo, que era menor de edad. Pasó 4 meses en una cárcel del condado, antes de que el juez le enviara Miracle Village. 

«Fue una bendición. Aunque no me gustó dejar a mis padres, parece que mi destino era Miracle Village. Me siento en casa y seguro. Aunque me etiqueten como un delincuente sexual, no soy un monstruo, cometí un error y pagué las consecuencias»

Dawson arrastrará la etiqueta de pederasta de por vida y no podrá retirar su nombre del registro hasta dentro de 25 años, siempre y cuando no reincida. Con todo lo que eso supone. 

Miracle Village 

Miracle Village fue creada por el pastor evangelico Dick Withrow en 2009, quien dedicó su vida a rehabilitar a este tipo de delincuentes. Withrow se refería a ellos como «los leprosos» de la era moderna. 

«Nadie quiere acercarse a ellos pero son personas normales. Muchos de ellos, jóvenes con la mayoría de edad recién cumplida que salieron con alguien más joven». El viejo pastor habla desde su propia experiencia: con 18 años se casó y dejó embarazada a su mujer, que entonces tenía 14 años. «Ahora me habrían metido 25 años en la cárcel y habría quedado marcado de por vida como delincuente sexual».

Capilla / sofiavaliente.com

Las leyes de Florida son muy duras con los delincuentes sexuales a los que obliga a vivir a más de 300 metros de escuelas, parques, centros de día o cualquier otro espacio que pueda ser frecuentado por niños. Otras ciudades y condados han extendido la restricción a 760 metros añadiendo lugares como piscinas, paradas de autobús y bibliotecas.

Esto hace casi imposible que puedan vivir en una ciudad normal. Una tarea que se complica aún más debido a las dificultades que estos delincuentes tienen para encontrar un alquiler e integrarse. 

«Buscamos muchos sitios en los que vivir pero nadie quería alquilarnos un apartamento», cuentan en 20 minutos David y Lecil Woods, un matrimonio en el que él fue declarado culpable de un delito sexual. «Sin Mirarle Village no tendríamos nada». 

No todo el mundo puede vivir en Miracle Village. El centro divide a los delincuentes en tres categorías, no aceptando a aquellos que colocan en la tercera: personas con historial de violencia y/o con problemas médicos y psicológicos que precisan atención médica continúa y especializada. 

Los residentes son derivados desde la penitenciaria y deben comprometerse a respetar las normas del lugar. Todos se someten a seguimiento y terapia psicológica. Ninguno puede usar ordenadores ni tener teléfono móvil, tampoco salir del pueblo, y a las 19:00 horas deben regresar a casa para someterse al toque de queda. Una oficial comprueba uno por uno que todo esté en orden.

Oficial compruando el toque de queda – BBC.com

A pesar de las restricciones, los residentes de Miracle Village están contentos y cada semana se reciben entre 20 y 30 solicitudes de ingreso. La razón: aquí se sienten seguros, de sí mismos y de otros. 

Aquí están controlados y lejos de las tentaciones. Tampoco les miran mal y no acuden a su puerta en cuanto un niño se pierde. No tienen que vivir preocupados de que sus vecinos les amenacen o les echen de sus casas por descubrir que su nombre figura en el registro público de agresores sexuales. Aquí no hay juicios de valor, todos tienen el mismo nombre. Todos los delincuentes, que no sus acompañantes, pues en Miracle Village pueden vivir con compañía. Algunos conviven con su mujer y otros se han mudado allí con su madre.

David vive en Miracle Village con su madre: «Mi madre es mi roca… ella ha estado a mi lado desde el principio has el final». / sofiavaliente.com

Un caso muy particular y desgarrador es el de Rose, la única mujer registrada como delincuente sexual en Miracle Village. 

«Me casé con un hombre que me pegaba, se drogaba y bebía hasta caer redondo. Traté de secarme pero me dijo que nunca dejaría que me quedara con mis hijos. Me detuvieron y me acusaron de abusar sexualmente de ellos. Mi marido y mi suegra testificaron en mi contra y perdí el juicio. Espero que un día mis hijos quieran saber la verdad y vengan a buscarme».

Tras 25 años de libertad y sin ningún tipo de reincidencia los delincuentes sexuales pueden solicitar que su nombre sea eliminado de los registros. Pero no es un proceso sencillo ni gratuito, se necesita abogado, tiempo y mucho dinero. 

«Podría pedir que retiren mi nombre», dice Rose, «pero no tengo dinero ni ganas. Ya no me importa, aquí me siento segura. Todos me tratan como si fuera su hermana».

Integración social y ghettos

Más de 58,000 pedófilos están registrados en Florida, según la base de datos del Departamento de Policía del estado (FDLE, en inglés), equivalente a 311 agresores sexuales a menores por cada 100,000 habitantes. una media muy superior a la de otros estados. Las cifras de víctimas también son espeluznantes, solo en 2012: 460 niños sufrieron abusos, 121 mujeres violadas y 14 asesinadas.

Por todo ello, Florida decidió endurecer sus leyes contra la pederastia, tratando de dificultar la reincidencia de los presos a traves de la distancia mínima de seguridad y el registro público. 

Gen solo confía en su perro. No hay amigos si eres un delincuente sexual / sofiavaliente.com

Sin embargo, esto ha resultado ser un arma de doble filo, ya que los crímenes de odio han aumentado. El registro no especifica el delito ni las circunstancias y mete en el mismo saco a Rose, a Dawson o a un violador.

La restricción de distancia mínima también provoca que los pederastas se instalen en un mismo barrio o zona residencial, aumentando el contacto entre delincuentes. Los ghettos de delincuentes sexuales y terapias de grupo son muy perniciosas pues se corre el riesgo de que intercambien información o alimenten sus fantasías. 

Miracle Village parece ser la excepción, seguramente por el perfil no violento de sus habitantes, el control policial, psicológico y su absoluta lejanía con todo tipo de tentaciones. Sin embargo, no todos ven con buenos ojos este asentamiento. 

Los vecinos de Pahokee, una ciudad de poco más de 5.000 habitantes a tres kilómetros de Miracle, llevan años en pie de guerra.

«Son mala gente, no sé por qué los han traído aquí», declara Benjamin Pierre, un haitiano de pelo blanco.

La víctima de violacion Kathy, no ve nada positivo en Miracle. «No es un pueblo milagro, es más bien Pesadilla en Elm Street».

Tras 8 años de asentamiento sin la más mínima incidencia, los ánimos comienzan a relajarse pero las quejas continúan.

«Es una vergüenza. A todos estos criminales les tratan muy bien. Les dan casa gratis, comida gratis… Todo gratis. Y a nosotros nos tienen viviendo así».

Miracle Village se sustenta a traves de las donacionaciones de particulares y benefactores. La lucha por el dinero y como repartir los recursos en la comunidad siempre está presente. No es que se les pague todo, es que la mayoría de ellos no logran un trabajo. Solo algunos, lo más jóvenes, pueden acceder a trabajos mal pagados en pueblos vecinos. Ni siquiera sus mujeres o madres lo logran. El registro de delincuentes se hace notar de nuevo. 

Miracle Village es un fuerte sustento para ellos y evita que caigan en una espiral de pobreza que les lleve a cometer otros delitos para subsistir, les aleja de las malas relaciones y les permite vivir en paz. Mientras tanto la lucha por obtener fondos y reconocimiento a su labor continúa. Sí lograra mantenerse a flote; solo Dios lo sabe.

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