Niño acude a pedir limosna y se topa con algo que cambiará su destino y el de la persona del coche

Publicado 1 febrero, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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Hace casi dos meses tuvo lugar una de las historias más inspiradoras en lo que llevamos de año, la cual nos hace corroborar que hay momentos en la vida que, si no los dejamos pasar, pueden cambiar nuestro rumbo

Los hechos que hoy nos competen tuvieron lugar en Nairobi, la capital de Kenia. En la ciudad, miles de niños sin techo subsisten gracias a las limosnas que recaudan de los conductores parados en los semáforos de las avenidas principales. Uno de esos niños abandonados y sin hogar era John Thuo, quien afortunadamente sufrió un giro en su vida cuando en uno de esos semáforos se topó con Gladys. 

John, como de costumbre, acudió al vehículo para pedir limosna, pero cuando vio que la mujer que iba dentro estaba rodeada de extraños aparatos enganchados a su cuerpo, el pequeño sintió curiosidad. 

John nunca había visto algo similar por lo que, impresionado, preguntó a aquella mujer qué era lo que le ocurría. A sus 32 años, Gladys ha tenido que pasar por 12 operaciones quirúrgicas, una de las cuales le rompió el nervio óptico dejándola completamente ciega. Además, sufrió un colapso pulmonar que le impide respirar con normalidad, por lo que se ve obligada a llevar tantos aparatos consigo.

La trágica historia de Gladys conmovió al pequeño John, tanto que entre lloros desconsolados ofreció a Gladys todo el dinero que había ganado aquel día. El pequeño, tras escuchar su historia, estaba plenamente convencido de que ella lo necesitaba mucho más que él.

Una de las personas que estaba siendo testigo de la escena compartió la historia en las redes sociales y pronto se convirtió en viral.

Fue entonces cuando se abrió una campaña de donaciones para recaudar dinero con el que Gladys podría optar a un tratamiento mucho mejor. Las respuestas de los internautas no se hicieron esperar, consiguiendo una recaudación total de 80.000 dólares con los que podrá someterse a un nuevo tratamiento en la India. Y todo gracias a la inmensa bondad de John.

Pero aquí no terminan las buena noticias, pues John no podía irse con las manos vacías. La historia de Gladys y el pequeño conmovió a Nissy Wambugu, quien no se lo pensó dos veces antes de adoptar al pequeño. Fue así como la bondad y compasión de John se han convertido en una cadena de gentileza que ha conseguido cambiar la vida de mucha gente, dándonos un ejemplo real de que las buenas acciones tienen su recompensa.  

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