Los bebés son adorables y los adolescentes difíciles, pero entre una y otra edad los niños pasan por momentos muy divertidos y agradables, en especial entre los 4 y 6 años.
A esa edad los niños comienzan a desarrollar el pensamiento simbólico, lo que les lleva a hacer razonamientos más elaborados aunque rudimentarios y a anticipar las consecuencias que pueden tener sus propios actos. En definitiva, es entonces cuando empiezan las travesuras.
Planes, complots y pequeñas ocurrencias que demuestran la inocencia, gracia e inteligencia de los más pequeños y que, lejos de enfadarnos, nos divierten.
Como esta adorable niña francesa que ha trazado una simpática estrategia para esconder las pruebas de su delito, comer caramelos antes de la cena.
Original: Adorable Candy Thief