El bruxismo es un hábito involuntario que provoca que, los que lo padecen, aprieten fuertemente la mandíbula y hagan rechinar sus dientes frotándolos entre sí. Esto provoca irremediablemente el desgaste de la dentadura, así como agarrotamiento de la zona cervical, dolor facial, de oído o cabeza al levantarse.
Curiosamente, el bruxismo nocturno de carácter leve es mucho más común de lo que pensamos, tanto en niños como adultos. Sin embargo, debido a que ocurre durante el sueño, no lo percibimos hasta que es demasiado tarde y las marcas de desgaste se hacen evidentes.
Durante el bruxismo nocturno la mandíbula ejerce una fuerza 40 veces superior a la masticación.
Causas del bruxismo
No existe una causa específica sobre este fenómeno, aunque los especialistas lo relacionan con problemas del sueño, estrés y ansiedad. También con trastornos como la apnea del sueño o los ronquidos.
Reino Unido relaciona el bruximo con empleos o actividades estresantes como la conducción de vehículos, atención de reclamaciones o tareas de construcción. Brasil, opina que los niños con problemas de acoso escolar tienen una probabilidad de sufrir bruxismo cuatro veces mayor que otros niños y adolescentes.
Qué hacer si lo sufres y cómo prevenirlo o reducirlo
En primer lugar, debemos determinar si lo sufrimos examinando nuestra boca en busca señales de desgaste, así como a síntomas de agarrotamiento de la zona cervical, dolor facial, de oido o cabeza al levantarse. También, a través de la supervisión de nuestra pareja o un familiar, que puede observarnos durante el sueño.
Si sospechamos que podamos estar sufriéndolo, lo mejor es consultar con un especialista. El dentista o higienista bucodental está capacitado para identificar el desgaste y diagnosticar el bruxismo, creando una férula de descarga. Una especie de protector bucal hecho a medida, que protegerá los dientes y aliviará la tensión mandibular.
Para el bruxismo relacionado con el estrés y la ansiedad, se recomienda encontrar las causas y controlarlas. Para ello, la realización de actividades relajantes como el yoga o la meditación pueden ser de ayuda. También las terapias cognitivo conductuales.
Por descontado, mantener un estilo de vida saludable, el deporte y reducir el consumo de alcohol y tabaco puede tener un efecto positivo sobre este trastorno. Ni que decir tiene que las drogas, en especial es extasiáis y la cocaína, así como ciertos medicamentos antidepresivos, inciden negativamente en el problema.