Montar en moto ya supone un riesgo de por sí, por lo que siempre debemos tomar las precauciones pertinentes para que el viaje no termine en tragedia, incluso aun sintiéndonos seguros de lo que estamos haciendo. Cualquier pequeño error de cálculo, o circunstancia ajena a nuestro control, podría terminar con todo en cuestión de segundos.
El australiano Bradley Willoughby, de 16 años, es un aficionado a las motos y al motocross. Una actividad que practica asiduamente en la finca de sus padres, donde dispone de toda clase de obstáculos y rampas para poner en práctica sus habilidades. Aunque esta es una actividad peligrosa y arriesgada de por sí, lo que supuso una amenaza más fuerte contra su vida fue lo que menos cabía esperar: los auriculares de su teléfono móvil.
Bradley escuchaba música, mientras hacía peripecias con su moto, con los auriculares del móvil colocados bajo el casco. Tras realizar un salto por una de las rampas de tierra, el acelerador se quedó atascado y el adolescente perdió el control de su moto. Bradley se estrelló contra una verja de alambre de espino, provocándole una rotura de un tobillo y varios cortes en la zona abdominal.
Sin embargo, lo que casi termina con su vida fueron los auriculares. Su cabeza atravesó la verja, apretando el cable alrededor de su garganta. Estos, al estar dentro del casco, quedaron apresados y provocaron una especie de «efecto guillotina» que casi decapita a Bradley.
El cable es de bronce por dentro, y tan resistente estuvo a punto de alcanzar la tráquea del adolescente. Sus padres tuvieron que cortarlo y sacárselo, mientras esperaban al helicóptero que después le trasladó al hospital.
Por suerte, después de someterse a dos operaciones de urgencia, Bradley se recupera favorablemente.
Para todos los motociclistas y aficionados a las motos: mucho ojo con usar auriculares mientras vais conduciendo, pues no solo no te dejan escuchar los posibles peligros a tu alrededor, sino que pueden tener fatales consecuencias.
