Por qué usar antibióticos sin control está creando superbacterias letales

Publicado 21 marzo, 2016 por Joaquín M.C.
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Hola, somos bacterias malvadas y nuestro único propósito en ese vida es hacerte pupita

Hola, somos bacterias malvadas y nuestro único propósito en esta vida es hacerte pupa

Hoy en día pocas son las personas que se mueren por un corte o por ingerir algún alimento en mal estado. Pero esto, hace algunos años, era algo relativamente frecuente.

La causa eran las bacterias, unos microorganismos tan antiguos como la vida y tan diminutos, que son los seres vivos más pequeños que existen.

Las bacterias están por todas partes, en nuestra cama, en nuestro cepillo de dientes incluso en las cosas que comemos, pero no os asustéis, la gran mayoría son inofensivas e incluso nos ayudan a sobrevivir.

No todas las bacterias son malas

No todas las bacterias son malas

Estos seres microscópicos han sido los causantes de miles de millones de muertes de personas en la historia de la humanidad. Intentando ser combatidas por métodos más o menos efectivos, no fue hasta 1928, con el descubrimiento casual de la penicilina realizado por Flemming, que la batalla entre bacterias y humanos empezó a tener un claro ganador.

O eso pensábamos, porque en realidad los antibióticos que tan determinantes han sido para curar cualquier tipo de infección bacteriana son los que están propiciando la aparición de superbacterias resistentes a todo tipo de tratamientos.

¿Cómo es posible que algo que las mata, las esté haciendo más fuertes?

superbacteria vs superantibiotico

Esto es algo a lo que dan respuesta la gente de Kurzgesagt en el siguiente vídeo que han publicado en Youtube.

De una forma divertida y amena, nos explican cómo funcionan los antibióticos, cómo (y por qué) las bacterias mutan y se adaptan a ellos para sobrevivir, y lo que podemos hacer para evitar que «la superbacteria» se convierta en un realidad.

NOTA: Si usas iPhone o un teléfono con su propio reproductor de Youtube recuerda activar los subtítulos en tu idioma.

Fuente: Kurzgesagt – In a Nutshell, Artículo por La voz del muro

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