El planeta Tierra está plagado de islas remotas. En el mar, así como en los océanos e incluso en los lagos, existen pequeñas porciones de tierra que resisten la fuerza de los elementos. No es de extrañar que haya tantas, ya que una erupción volcánica puede provocar el nacimiento de un nuevo atolón.
Algunas de ellas son auténticos paraísos terrenales, como La Isla Delfín. Otras, sin embargo, son una auténtica pesadilla para todo aquel que ose plantar un pie sobre sus costa. La que os vamos a presentar hoy la englobaríamos en el último grupo, sin lugar a dudas.
Se trata de la isla de Poveglia, situada en la laguna de Venecia, al norte de Italia, también conocida como «La Isla de los Muertos» o «La Isla del no Retorno». Con estos sobrenombres ya os podéis imaginar que alguna historia macabra tuvo que acontecer allí.
Efectivamente, en la historia de esta isla se mezclan los datos verídicos más atroces, aderezados con un poco de leyendas y mitos populares. Los primeros datos que se tienen de esta isla son del del siglo V, pero no fue hasta cientos de años después cuando se empezó a forjar su macabra leyenda.
Durante el siglo XIV, Poveglia albergaba un convento y una fortificación llamada «el Octágono». En aquella época se propagó por toda Europa la pandemia más grande jamás conocida por la humanidad: la peste negra.
Se calcula que esta enfermedad llegó a acabar con la vida de un tercio de la población europea. En Venecia, el procolo de actuación que siguió fue el de transportar los cadáveres a la isla de Poveglia. Aquí eran incinerados en fosas comunes para evitar la propagación.
Pero no solo los muertos eran llevados allí, pues cualquier sospechoso de haber contraído la peste era puesto en cuarentena en la isla. Unas veces eran quemados vivos, mientras que otras eran abandonados a su suerte entre las pilas de cadáveres. Las historias cuentan que se escuchaban los lamentos de los enfermos agonizantes a kilómetros de distancia.
Se calcula que 160.000 personas fueron llevadas a la isla para encontrar allí el fin de sus días. Las incineraciones masivas hicieron que todo el terreno de la isla estuviese cubierto por una capa viscosa compuesta de cenizas. Se dice que el 50% del terreno de la isla está formado por los restos de aquellos cadáveres humanos.
Muchos pescadores no querían acercarse a la isla, por miedo a atrapar restos humanos entre sus redes. Aún hoy se cuenta que aparecen huesos en las costas cercanas.
En 1922 las autoridades venecianas quisieron construir un hospital psiquiátrico con un enorme campanario que preside toda la isla. Los enfermos decían ver y escuchar los lamentos de toda la gente que allí murió. Por supuesto nadie creía sus palabras, ya que todos eran considerados dementes.
Existen ciertas historias que dicen que el director de este hospital se dedicaba a realizar trepanaciones, terapias experimentales y demás barbaridades a los internos.
Según estas leyendas, el doctor también empezó a oír a las víctimas de la peste negra y, en un ataque de locura, se lanzó desde lo alto del campanario. Parece ser que el hombre no murió al estamparse contra el suelo, sino por una extraña neblina que apareció para ahogarle después. El hecho de que no se sepa el nombre de este director, unido a lo fantástico del relato, nos hace dudar seriamente de la veracidad de esta parte de la historia.
Lo que si es cierto es que Poveglia es un lugar con una triste crónica detrás de si, marcada por la muerte. Mitad leyenda, mitad datos históricos, la Isla de los Muertos es uno de los destinos favoritos para la gente que cree en lo paranormal y los fantasmas.
Actualmente la visita a este enclave está prohibida. No hay barcos que zarpen hacia sus costas y todo aquel que la visite, lo hace de forma totalmente clandestina e ilegal. A nosotros no nos parece el lugar ideal para pasar unas vacaciones, desde luego ¿y a vosotros?
Fuente: Misterios, Viajes ocultos, Mundo esotérico paranormal, Wikipedia, artículo por La Voz del Muro
