Durante el verano de 2004, la veterinario Melanie Butera, que padecía cáncer, recibió un paciente inesperado en su casa: un cervatillo casi ciego, moribundo llamado Dillie. Butera y su marido cuidaron de él e hicieron que mejorara notablemente su salud. Ahora el ciervo se ha convertido en una parte muy importante de sus vidas, el cual demuestra su cariño constantemente a su familia adoptiva.
Cuando Dillie apareció, Butera se encontraba triste, sin fuerza para seguir adelante. Ver aparecer de la nada al pequeño animal, ayudar a su recuperación y recibir su cariño día a día le dio el empujón que necesitaba para luchar contra el cáncer.
Que maravillosos pueden llegar a ser los animales.
Original: Dillie the Deer por National Geographic