En otras ocasiones hemos disfrutado del increíble talento de los pintores hiperrealistas para crear obras de arte con una sorprendente cantidad de detalles, luces y sombras que hacen muy difícil distinguir sus obras de fotografías reales.
Nuestro protagonista de hoy, Eduardo Moctezuma, es una de esas personas que poseen un talento innato para la pintura. Tiene 28 años, vive en Mexico y desde muy pequeño empezó a practicar el dibujo de forma autodidacta hasta alcanzar una gran destreza.
«Siempre tuve inquietud por el arte. Empecé a dibujar a los 3 años de edad, dibujaba donde podía, y aunque era una distracción, siempre llamaba la atención de los demás».
Pintar le divertía y gustaba, por lo que decidió volverse un profesional y con sólo 14 años consiguió su primer empleo como ilustrador. Más tarde continuaría haciendo trabajos de diseño de personajes, ilustraciones para revistas, storyboards para cine y videos musicales con gran éxito entre sus clientes.
Después, Eduardo decidió abandonar el trabajo de freelance y dedicarse al arte, mostrando su trabajo en múltiples exposiciones individuales y colectivas en la ciudad de Mexico y el extranjero.
Como buen pintor autodidacta la experimentación fue su modo de aprendizaje.
«Antes de pintar hiperrealismo, me gustaba dibujar con mucho detalle. Cuando comencé a dibujar rostros quise hacer lo mismo y poco a poco fui lográndolo».
Lo más sorprendente es que Eduardo ni siquiera era consciente de la corriente artística que había conseguido dominar.
«Yo no conocia esa corriente, y no fue hasta que conocí a otros artistas hiperrealistas cuando aprendí el término. Para mi sólo era un reto personal trabajar en algo tan real que el espectador percibiera como imposible, como algo que no pudiera estar hecho con pintura».
En los últimos años, Eduardo ha combinado el hiperrealismo con la fantasía y el surrealismo, haciendo que lo que a priori era simple imaginación se convierta en algo que puede ser percibido como real.
La gente se siente impactada por su obra y muy sorprendida al ver óleos que parecen montajes fotográficos digitales.
Eduardo también realiza excelentes retratos hiperrealistas, a los que puede dedicar cientos de horas durante varias semanas o meses. Aunque explica que si el cuadro no es muy grande, puede tenerlo listo en unos días trabajando a tiempo completo.
Su técnica preferida es la pintura al óleo que aplica con maestría gracias a pinceles muy finos. También ha usado lápices de colores para realizar retratos o cualquier material con el que le guste experimentar como pastel, carboncillo, tinta, conté o acuarela.
Si te ha gustado su original mezcla de hiperrealismo y fantasia, puedes seguir su obra en su perfil de Facebook o Instagram.
Fuente: Entrevista de La voz del muro al artista. Gracias a Sara Montero por su ayuda.
