¿Piensas que no eres influenciable? Estos dos experimentos psicológicos te harán ver lo contrario

Publicado 22 noviembre, 2018 por Alberto Díaz - Pinto
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Hoy hemos recopilado dos experimentos psicológicos muy sencillos para que entendamos la influencia social, por la que solemos imitar a otras personas sin darnos cuenta, y la ceguera ante los cambios visuales, de los que muchos magos e ilusionistas se valen para desviar la atención de su público. Muchos de estos experimentos tan fascinantes ayudaron a comprender mucho mejor los comportamientos y las conductas sociales de las personas.

1. El experimento del ascensor

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Si entraras en un ascensor donde todo el mundo estuviera mirando hacia la pared de este, ¿no te darías la vuelta y mirarías en la misma dirección que el resto?. El investigador Solomon Asch utilizó este experimento para explicar uno de los efectos más interesantes de la psicología: la influencia social.

A pesar de estar seguros de lo que queremos, es completamente normal vernos en situaciones en las que imitamos el comportamiento de otras personas. En el terreno de la psicología, esta idea se conoce como conformidad social, que viene a decirnos que las personas cambiamos nuestra conducta o actitud por la influencia de otros. En la mayor parte de los casos, esta influencia social es indirecta, es decir, nadie nos obliga a hacerlo ni nos condiciona en ningún momento. Solemos ceder para cumplir las normas sociales y ser «aceptados» dentro del grupo.

Para que este comportamiento tenga lugar, tienen que cumplirse algunas variables, como por ejemplo: que los integrantes del grupo sean conocidos o que el número de personas sea elevado. Si hubiera más de tres personas, sería más probable que imitásemos las acciones o actitudes de los demás. En el siguiente video se aprecia perfectamente este comportamiento:

A pesar de las variables que influyen en algunas situaciones, unos se dejan llevar más fácilmente que otros. Esto dependerá de la sensación de control que queramos tener sobre nuestra conducta o actitud. Si fuéramos personas que imitamos a otras en determinadas situaciones ¿nos estamos adaptando a la sociedad?, ¿intentamos sobrevivir? o ¿simplemente nos conformamos?. Si por el contrario, fuéramos personas que no nos dejamos influir ¿sobresalimos demasiado?.

2. Ceguera al cambio

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La psicología define la ceguera al cambio como la incapacidad que tenemos los seres humanos para detectar variaciones visuales en nuestro entorno, sobre todo si estamos recibiendo otros estímulos que mantienen nuestra atención fija. Los magos e ilusionistas se valen de este concepto para hacer que estemos atentos a sus distracciones, para que no nos demos cuenta y quedemos «ciegos», ante el truco que van a realizar.

Parece ser que este fenómeno tiene lugar en la corteza parietal derecha, donde existe un grupo de neuronas que si se desconecta, produce esta ceguera. Podríamos decir que existen dos tipos de ceguera al cambio: una gradual y otra brusca. La primera la experimentamos todos cuando no somos capaces de detectar los pequeños cambios que van apareciendo en nuestro cuerpo o en las personas que solemos ver a diario.

Mira este ejemplo de ceguera al cambio gradual y observa si notas alguna diferencia (no sigas leyendo hasta ver el vídeo):

Ahora míralo de nuevo, pero fijándote en la parte derecha. Correcto, la hierba va desapareciendo poco a poco.

Los siguientes videos ejemplifican perfectamente la ceguera al cambio más brusco y que han sido objeto de investigaciones por numerosos sicólogos.

Fuentes: nuevastecsomamfyc, fluff

Bonus extra:

The Oatmeal: no te vas a creer lo que te voy a contar

La mente humana es, probablemente, el órgano más complejo de cuantos componen nuestra anatomía. Su funcionamiento es bastante misterioso y todavía no sabemos bien lo que es lo que sucede dentro de nuestras cabezas durante la mayor parte del día.

No es de extrañar, ya que en nuestro cerebro reside nuestra personalidad, emociones y todo lo que nos hace ser nosotros mismos, incluida la terquedad. Quien más quien menos, todos hemos tenido algún momento de tozudez en nuestras vidas que va más allá del simple hecho de querer tener razón.

Y es que cuando alguien pone en duda algo que sabemos (o creemos saber) nuestra reacción suele ser un poco ilógica, nos ponemos a la defensiva y no atendemos a razones pase lo que pase. Esta forma de actuar nos afecta a todos en mayor o menor medida a todos y tiene una explicación. En las siguientes viñetas, el artista y dibujante de cómics The Oatmeal nos explica por que suceden esto en nuestra cabeza y como podemos intentar evitarlo.

Empezamos

Voy a contarte algunas cosas

Solo debes leer hasta el final

Así lo comprenderás

Fuente 1, fuente 2, fuente 3

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