La infancia es, para casi todo el mundo, la época más feliz de nuestras vidas. Todo nos parece nuevo y emocionante, y descubrir el mundo y su funcionamiento es nuestra aventura más grande.
Quien más y quien menos recuerda las travesuras y correrías que vivíamos en nuestra niñez. Muchas de estas peripecias son comunes en todos nosotros y es que, al fin y al cabo, de niños nos suelen asaltar las mismas dudas.
Meternos un garbanzo por la nariz, acabar embadurnados de pintura o terminar empapados por los charcos, son pequeñas anécdotas que todo padre y madre han sufrido con sus hijos.
Un clásico en el mundo de las trastadas infantiles es, sin duda, la de intentar meter la cabeza en algún sitio (normalmente una reja) y quedar atascados. En estos casos se produce un extraño fenómeno ya que la cabeza entra fácilmente pero, a la hora de invertir el proceso, la cosa se complica.
Esto es lo que le ha sucedido al pequeño Joey. Cómo llegó a meter la cabeza entre 2 barrotes es un secreto que solo saben él mismo y sus 2 amigos perrunos. Pero el resto de la historia la podemos ver en el siguiente vídeo (con las risas de fondo de su madre). ¿Podrá sacar su cabeza de este aprieto? A continuación obtendréis la respuesta.
Fuente: jenled315, artículo por La Voz del Muro