A veces no somos conscientes del daño que hacemos a nuestros océanos y, especialmente, a las hermosas criaturas que viven en sus aguas, tal y como vimos en el vídeo que ilustra las terribles consecuencias de lanzar una simple pajita al mar.
Hoy os traemos otro ejemplo que ilustra perfectamente la misma situación, y que está dando la vuelta al mundo.
Mientras disfrutaban de una agradable jornada de submarinismo, unos buzos se toparon con un majestuoso tiburón ballena, el pez existente más grande del mundo, del que se piensa que lleva habitando la Tierra desde hace 60 millones de años. La emoción de nadar junto a uno de estos gigantes debe ser apasionante y más sabiendo que tienen un carácter apacible, y que tan solo comen algas o plancton.
Sin embargo, los submarinistas pronto se dieron cuenta de que algo rodeaba el cuerpo del animal, y que podía poner en peligro su vida. Se trataba de una antigua red de pesca incrustada por debajo de la cabeza, justo por encima de las aletas. Con cuidado, se acercaron al tiburón y sacaron una pequeña navaja que le daría nuevamente la libertad. A continuación puedes ver las imágenes de este fabuloso rescate:
Original: Smithsonian Channel
