El perro no es solo el mejor amigo del ser humano, también es su compañero y, muchas veces, su protector. Por eso son elegidos a la hora de ayudar a determinados enfermos o gente con problemas en su día a día.
Hoy os traemos una historia entrañable con dos protagonistas más entrañables aún. Se trata de Luke, un niño de 7 años y su fiel compañero Jedi, un labrador de 3 y medio. La relación entre ellos va más allá de la de mascota y dueño, ya que Jedi cuida de Luke a todos los niveles.
Luke y Jedi duermen siempre juntos
Luke sufre de diabetes tipo 1 y, debido a su corta edad, depende mucho de sus padres para poder tratar esta enfermedad de forma apropiada. Los niveles de glucosa en su sangre puede subir o bajar sin previo aviso y esto puede ser especialmente peligroso en las horas de sueño. En esos momentos, el pequeño no se despierta y no puede avisar de lo que le pasa.
Existen diversos aparatos que miden estos cambios y, aunque es raro que fallen, se puede dar el caso. Esto es lo que le sucedió hace un par de meses a Luke, exactamente la noche del 4 de marzo. El chico estaba durmiendo cuando sus niveles de azúcar cayeron en picado. El aparato que debía a avisar a sus padres no se activó y, por tanto, la alarma no sonó. Por suerte, Jedi estaba ahí para salvar al pequeño.
Aquí vemos el momento en el que Jedi salvó al pequeño Luke
El heróico labrador fue hasta la cama de la señora Nuttall y saltó sobre ella para despertarla. Dorrie (la madre de Luke) se despertó y, ante la insistencia de Jedi, decidió acercarse a ver a su hijo. Su monitor de glucosa no indicaba que sucediera nada peligroso, pero el perro no paraba de agachar la cabeza y de mostrarse nervioso. Por eso, Dorrie decidió tomar una muestra de sangre al pequeño directamente desde su dedo.
La gota de sangre reveló que el nivel de glucosa en sangre estaba muy por debajo de lo normal. Evidentemente, el monitor había fallado y, de no haber sido avisados por el perro, el desenlace podría haber sido fatal para el pequeño.
Después de este episodio, Jedi empezó a ser entrenado para detectar estos cambios químicos en el pequeño y, en muchas ocasiones, reacciona antes que los dispositivos electrónicos. Le han enseñado que cuando esto sucede ha de darle un palo de colores a Dorrie y así es como indica que Luke tiene algún problema con su glucosa. Aquella noche, Jedi salvó la vida de su mejor amigo y lo hará todas las veces que sea necesario porque su amor es incondicional.
Dos compañeros inseparables
Fuente: Flytothesky, Today, artículo traducido y adaptado por La Voz del Muro
