Por mucho que alguien pretenda hacerse el despistado, es completamente imposible no percibir cuando una persona se ha pasado con el alcohol. El comportamiento, el olor, el equilibrio, etc. son todos síntomas que confirman la evidencia. En este estado, aunque la persona haya sido responsable de alcanzarlo pasándose con la bebida, no se le debe responsabilizar de algunos de sus actos en casos muy determinados. Aprovecharse de una persona que se encuentra ebria es algo despreciable, y más cuando la otra persona, en perfecta sobriedad, utiliza la situación a su favor.
En el siguiente video una joven finge encontrarse borracha caminando sola por la calle. No tiene que hacer nada para que se le empiecen a acercar los primeros aprovechados, y muchos con intenciones que están muy lejos de prestarle ayuda.
Original: Stephen Zhang
