Las protestas en Hong Kong han alcanzado un punto crítico, y lo que empezó como una reivindicación contra un proyecto de ley de extradición no ha hecho más que crecer en los últimos meses. Ahora la ciudad china se ha convertido en un verdadero campo de batalla y las protestas son constantes y fieras.
Los ciudadanos afirman que no pueden dejar pasar hechos como los del 21 de julio, en los que unos asaltantes atacaron en el metro a ciudadanos que protestaban contra las medidas gubernamentales. La actuación de las fuerzas de seguridad fue lenta y se hizo la vista gorda respecto al accidente, lo que la ciudadanía ahora ha interpretado como una complicidad por parte del gobierno con los agresores, tratando de reprimir violentamente las respuestas pacíficas del pueblo.
La situación se ha desbordado tanto que los ciudadanos están empezando a acostumbrarse al clima hostil que se da en las protestas y a desarrollar contramedidas para resistir todos los artefactos y medios antidisturbios que puedan usar los agentes del orden contra ellos.
En el caso de este vídeo podemos ver un grupo de protestantes organizado que neutraliza las latas de gas lacrimógeno en un abrir y cerrar de ojos, con coordinación y precisión dignas de un comando militar. Los protestantes cogen un cono, cubren la lata con el y emplean la abertura superior del cono para vertir agua dentro y sofocar el gas.
Mientras varios de los manifestantes portan el cono, otros se aproximan con una garrafa de agua y neutralizan el gas, permitiendo que sus compañeros levanten el cono enseguida y se desplacen hasta la siguiente lata.
El nivel al que los ciudadanos se estan adaptando a las medidas policiales es solo una muestra de hasta que punto llega la lucha ciudadana contra las medidas del gobierno, y prueba al mundo como el pueblo de Hong Kong no permitirá que lo detengan en su lucha por un cambio a mejor.
