10 datos curiosos sobre los seguros a lo largo de la historia

Publicado 28 mayo, 2020 por Alberto Díaz - Pinto
PUBLICIDAD

Aunque cueste creerlo, hubo un tiempo en el que, si tu casa se quemaba, nadie te compensaba y lo perdías todo. Un seguro protege los bienes a cambio de una cuota, por lo que a día de hoy resulta indispensable para cualquier persona o empresa. De hecho, hoy en día podemos calcular y comparar estos precios a través de simuladores.

Sin embargo, no penséis que esto viene de ahora. A lo largo de la historia numerosos pueblos y civilizaciones, se dieron cuenta de esta problemática y establecieron los cimientos de los seguros que conocemos hoy día.

Hagamos un interesante recorrido por la historia, comentando los hitos cronológicamente más importantes, tomando como punto de partida los orígenes de los seguros. Comenzamos:

Los primeros en inventar un tipo de seguro: los chinos en el 3.000 a.C.

Se dice pronto, pero hace 5.000 años la cultura china, además del té, los fideos o la pólvora, inventó lo que sería el primer tipo de seguro documentado. Al parecer, estaban hartos de perder buena parte de sus mercancías en los ríos, de ahí que los mercaderes establecieran un sistema cambiante por el que un barco fluvial se distribuía la carga de forma diferente a la vez anterior. De este modo, alterando el transporte de la mercancía «se aseguraban» que, en caso de perderse, no lo hicieran cargamentos enteros.

El seguro de momia era lo último en el Antiguo Egipto (2.225 a.C.)

Como muchos sabréis, la muerte y la preparación a la misma era de vital importancia para los antiguos egipcios. Tanto que terminaron creando asociaciones cuyos participantes pagaban una cuota con la que, llegado el momento de la muerte de uno de ellos, el resto de miembros pagara su ceremonia y ritos funerarios necesarios para el tránsito al más allá. Sin duda, se parece al seguro de decesos que conocemos actualmente.

Los «seguros» del Código de Hammurabi (1.760 a.C.)

Sin duda habréis oído hablar alguna vez del Código de Hammurabi de la antigua cultura babilónica, dictado por el rey con el mismo nombre. Para aquellos despistados, este fue el primer conjunto de leyes de la historia. Además del famoso «ojo por ojo, diente por diente», así como un buen número de medidas legales bastante bárbaras, el código incluía algunas normas que podríamos calificar de seguros. Entre ellas, destaca el pago cooperativo en caso de pérdidas en las caravanas en el desierto o el préstamo a comerciantes para pagar la garantía, si un barco se hundía durante labores comerciales.

Los primeros corredores de seguros fueron los fenicios allá en el 1.000 a.C.

Puede que los hitos anteriores marcaran los cimientos, pero los seguros que conocemos hoy, sin duda, se los debemos a los fenicios. De hecho, fueron los primeros en crear este tipo de empresas en relación al comercio marítimo. Estas ofrecían la posibilidad de que si un barco mercante no llegaba a puerto, su valor económico era devuelto en función de la mercancía transportada. Por tanto, si un mercader quería tener sus espaldas bien cubiertas ante tal posibilidad, tenía que realizar un pago antes de que el navío abandonara el puerto. Así, podemos decir abiertamente que también inventaron el seguro a todo riesgo.

Los reyes de Persia aseguraban a sus favoritos allá en el 500 a.C.

Como lo oís, los reyes de Persia, concretamente los monarcas aqueménidas, tenían la costumbre de asegurar a sus súbditos y esclavos favoritos mediante la constancia en el registro notarial de sus palacios. ¿Estaremos ante los primeros seguros de vida de la historia?

Los seguros en Italiana desde el s. V

Con el declive, y posterior caída, del Imperio Romano de Occidente, aparecieron los collegia romanos, que no eran otra cosa que agrupaciones de profesionales que defendían sus intereses entre ellos. Una de las normas de estos collegia era el pago de una cuota mensual que servía para estar «asegurado» ante cualquier imprevisto, como sufragar gastos de funerales o defenderse de un enemigo.

Los seguros medievales (s.IX)

En aquella época estaban las guildas. Así como los collegia romanos, las guildas era una organización gremial que, mediante el pago de cuotas, se accedía a una hermandad de comerciantes del mismo gremio, con una filosofía de proteccionismo mutuo, que cubría pérdidas a modo de seguro, en caso de incendio, muerte o enfermedad.

La primera póliza: el contrato del navío Santa Bárbara del 1.347

La Santa Bárbara fue un navío mercante con ruta Génova a Mallorca, el cual realizó la primera póliza de la que tenemos constancia. Firmada en Génova en 1.347, la póliza cubría al mercante de posibles accidentes, naufragios o robos y asaltos piratas, así como si la mercancía no llegaba a tiempo.

El macro incendio que marcó un antes y un después en 1.666

El famoso incendio de Londres arrasó con 13.200 hogares y 90 iglesias. De ahí que, a partir de entonces, se crearan las primeras compañías de seguros de incendio.

El primer coche se aseguró en 1898

El primer seguro de coche de la historia fue firmado el 1 de febrero de 1898 por la compañía Travellers Insurance, el cual cubría los gastos de responsabilidad civil, solamente en el caso de que el vehículo chocara contra un jinete o contra un coche de caballos. Cuando el automóvil se fue haciendo más habitual, estos seguros fueron en aumento, y no digamos cuando los gobiernos de todo el mundo convirtieron la modalidad de seguro a terceros en una obligación.

PUBLICIDAD
Otros artículos de esta categoría...