La creatividad es algo que se trabaja día a día. Es cierto que algunas personas tienen una facilidad innata para ser creativas, pero si este don no se orienta como debería al final no sirve para nada.
Ser creativo no es ser un tipo especifico de persona. No existe un patrón con el que podríamos identificar a una persona creativa. Precisamente, este tipo de gente suele ser muy diferente del resto y, sin embargo, siempre tienen hábitos en común.
Si eres una persona creativa, seguramente te sentirás identificado con más de uno de los siguientes puntos. Si no lo eres, pero quieres serlo, estos son unos buenos consejos para empezar.
Alimentan su imaginación
Ser imaginativo es sinónimo de ser creativo. La inspiración no aparece porque sí, sino que hay que invitarla a llegar, y esto se consigue alimentando la imaginación.
Ver películas que no todo el mundo ve o leer libros alejados de los típicos círculos comerciales, es una buena manera de recibir nuestra dosis de imaginación y originalidad. Si ves una y otra vez las mismas cosas, solo puedes esperar que se te ocurran una y otra vez las mismas cosas.
Rutinas y horarios apretados
La inspiración nos tiene que pillar trabajando o, si no, de poco sirve. Mantener la mente ocupada es uno de los secretos para que las ideas fluyan en nuestra mente. Por eso la gente creativa suele mantenerse ocupada y siguen ciertas rutinas.
Las rutinas ayudan a mantener un orden dentro del caos de nuestro cerebro, y la mente ocupada se acostumbra a estar funcionando constantemente.
Son flexibles
La dicotomía de una persona creativa está en saber llevar una rutina y ser flexible con ella al mismo tiempo. La rutina y los hábitos son la mejor manera de trabajar eficientemente, pero hay que estar preparado para los imprevistos y saber afrontarlos correctamente.
Las personas creativas saben moverse y variar su estrategia rápidamente si tienen que hacerlo.
Llevan siempre una libreta
Actualmente los smartphones nos brindan la oportunidad de guardar y plasmar nuestras ideas allá donde nos encontremos. Pero no nos engañemos, el tacto del papel y un lapicero es inigualable.
Llevar siempre un cuaderno y un lapicero nos permite anotar todas las ideas que vayan surgiendo. Las tablets también pueden servir para este propósito, aunque un cuaderno jamás se quedará sin batería.
Buscan nuevas oportunidades y experiencias
Salir de la zona de confort y enfrentarse a retos nuevos es la mejor manera de poner a prueba nuestras capacidades. Visitar lugares, conocer otras culturas o pasar el día con gente distinta, nos permitirán aprender muchas cosas nuevas.
Con más conocimientos podremos afrontar toda nuestra vida desde diferentes puntos de vista. Y sí, eso incluye un punto de vista más creativo.
Hacen ejercicio regularmente
«Men sana in torpores sano». Esta frase, pronunciada por los romanos allá por el siglo II, es una de las mayores verdades jamás dichas. Para poder trabajar correctamente, tener un cuerpo sano (que no musculado) es fundamental.
Cuando nos encontramos bien físicamente, podremos concentrar toda nuestra energía en los procesos mentales.
Se rodean de cosas inspiradoras
Rodearse de cosas que te hacen sentir bien es el primer paso hacia la creatividad. La mayoría de la gente creativa tiene su puesto de trabajo configurado con cosas que les gustan.
Este simple hecho contribuirá a empezar a trabajar con más ganas y alegría.
Juegan asiduamente
¿Alguna vez habéis escuchado las cosas tan maravillosas que dicen los niños? Los pequeños son los seres más creativos de nuestra sociedad y mayormente lo consiguen mediante el juego.
La gente creativa dedica una parte de su tiempo a jugar. Esto despeja la mente del día a día y nos ayuda a «reiniciar» nuestro cerebro. Además, mediante el juego podemos obtener soluciones distintas a problemas concretos.
Guardan tiempo para sí mismos
Es importante apartar tiempo y dedicarlo solo a nosotros mismos. Alejarse de las distracciones permite despejar nuestra mente y liberarnos del estrés.
Leer un buen libro, dar un paseo o simplemente jugar con nuestra mascota son una buena terapia de relax. Estas desconexiones hacen que, a la hora de utilizar nuestra imaginación, todo sea mucho más fácil.
Entrenan mucho la atención
La capacidad de focalizarse en determinadas cosas es un factor importante de las personas creativas. Centrarse en el aquí y el ahora no es tarea sencilla, pero con práctica se puede aprender.
Para ayudarnos en esta labor, la meditación resulta bastante útil. Centrarnos en nuestra respiración durante un minuto o dos es un ejercicio eficaz que nos ayudará a liberar nuestra mente.
Buscar siempre la mejora
Sea cual sea el camino que hayamos elegido, debemos ser conscientes que nunca podremos saberlo todo. Nuestra motivación será convertirnos en un maestro, pero nuestro objetivo es seguir aprendiendo.
Las personas creativas saben que pueden legar a dominar determinadas materias. Pero igualmente son conscientes de que siempre existe un margen de mejora.
Estos 10 hábitos y consejos son propios de las personas creativas ¿Te sientes identificado con ellos?
Fuente: Creativemaker, Artículo por La Voz del Muro
