Hasta ahora habíamos visto animales muy curiosos, como los búhos que duermen boca abajo. Y es que, el reino animal está plagado de seres maravillosos.
Por ejemplo, una de las virtudes en las que sobresalen los animales de los que venimos a hablar es por tener una lengua única. Grandes, pequeñas y con facultades realmente alucinantes. Así pues, si te sentías orgulloso de ser capaz de poner tu lengua en forma de «u», espera a ver lo que viene a continuación.
¿Estáis preparados? Estos animales ya se están relamiendo, así pues comenzamos:
Camaleón
El camaleón es capaz de lanzar su lengua a 2.500 metros por segundo. De hecho no fue hasta 2016 que los expertos desentrañaron los misterios de su «mecanismo balístico». Su lengua se compone de tres partes principales: la almohadilla adhesiva, al final; las espirales de los músculos aceleradores, que la lanzan; y los músculos retractores, los cuales están enrollados alrededor de un pequeño cuerno de hueso en la boca llamado hioides. En un armonioso funcionamiento, estas partes hacen posible que este reptil posea una de las lenguas más devastadoras del reino animal.
Tortuga caimán
Dentro del hocico, esta tortuga posee, en la punta de la lengua, un apéndice que imita la forma de un gusano. ¿La finalidad? atraer peces. Para cazar se mantiene inmóvil en el fondo del agua con el hocico abierto, moviendo la lengua para atraer peces. Cuando se acercan, la tortuga cierra el hocico con gran velocidad y fuerza.
Oso malayo
Tienen una lengua muy larga, de 20 a 25 cm. Esto les ayuda a extraer la miel de las colmenas de abejas, haciendo honor a su apodo alternativo: «oso de miel» o, en indonesio, «beruang madu».
Jirafa
Frestive Coquette
Además de sus 50 cm de largo, la lengua de las jirafas es muy oscura, casi negra, porque como la utiliza constantemente fuera de la boca para comer hojas de los árboles, necesita protegerla del sol. También se trata de un órgano prensil, que, entre otras cosas, le sirve para arrancar las ramas de los árboles de los que se alimenta, incluso si están llenas de espinas como las de las acacias. ¡Y también les resulta muy útil para limpiarse las orejas!
Pingüinos
La lengua del pingüino, aunque carece de papilas gustativas, tiene grandes cerdas queratinizadas que le ayudan a agarrar el krill (pequeño crustáceo parecido al camarón) o el pescado cuando entran en su boca.
Oso hormiguero gigante
Los osos hormigueros gigantes no tienen dientes, pero sí una lengua especializada les permite comer hasta 30.000 hormigas y termitas al día. De hecho, es uno de los mamíferos con una de las lenguas más largas, en relación con el tamaño de su cuerpo.
Escinco de lengua azul
Cuando se siente amenazado, el escinco de lengua azul del norte blande su lengua de color cobalto que refleja la radiación UV para ahuyentar a los depredadores. Su lengua es amplia en la base y estrecha en la punta, y puede aplanarla o expandirla a voluntad. Además, puede extenderse en una fracción de segundo.
Pájaro carpintero
Apuesto a que nunca le habíais visto la lengua a un pájaro carpintero, ¿verdad? Al igual que los osos hormigueros su comida favorita son las hormigas, de ahí el descomunal tamaño de su lengua a proporción de su cuerpo. De hecho, la lengua de un pájaro carpintero es tan larga que se envuelve alrededor de su cráneo para proteger su cerebro mientras golpea un árbol u otras superficies duras.
Pelícano
La fina rama mandibular del pico inferior y los flexibles músculos de la lengua del pelícano forman una bolsa en forma de cesta para capturar peces o, a veces, para recoger agua dulce. Además, para no impedir la deglución de grandes peces, la lengua es muy pequeña.
Murciélago de lengua larga
Solo tiene el tamaño de un ratón, pero la lengua de este murciélago mide 8,5 centímetros. Es sin duda la lengua más larga -en relación a su tamaño- entre los mamíferos de la que se tiene constancia hasta ahora. Esta virtud le permite alcanzar lo más profundo de las frutas que componen su alimentación.
