Conoce 12 usos alternativos que podrás darle al arroz, además de comértelo. Apuesto a que nunca pensaste que algo que aparentemente puede parecer tan insignificante podría resultarte tan útil. A partir de ahora nunca volverá a faltar arroz en casa:
Coloca tus piezas de frutas inmaduras en una bolsa con arroz crudo. La maduración del fruto emana gases que se quedan atrapados en el arroz. No lo dejes nunca más de 1 ó 2 días o tu fruta podría pasarse.
Una alternativa asequible a la típica tacoma de madera. Pon una tapa de cartón, o similar, en la base del recipiente que escojas para no dañar la punta de los cuchillos.
Por muy limpios que seamos, hay zonas en ciertos recipientes a las que no podemos llegar. Mezcla agua, jabón y arroz y échalo en el recipiente a limpiar. Después ciérralo, en la medida de lo posible, y agítalo bien fuerte. Esto ayudará a aflojar la suciedad antes del aclarado.
Este truco es un clásico, pero verdaderamente funciona. Si tu teléfono se ha mojado, la mejor opción es meterlo en una bolsa con arroz crudo, retirando previamente la batería y la tarjeta SIM. Déjalo durante 24 horas o más y, quizás, tu teléfono vuelva a funcionar.
Un truco de repostería fantástico. A veces no sabemos la cantidad de masa que tenemos que hacer para un pastel, pero si pones sobre una masa de hojaldre un papel de horno y lo llenas de arroz sabrás la cantidad de relleno que vas a necesitar.
Si deseas añadir un olor sutil a una habitación, echa unas cuantas gotas de aceite esencial, del aroma que más te guste, en un vaso con arroz. Con unas 10 o 20 gotas bastará. Si notas que el olor comienza a debilitarse, remueve el arroz y listo.
Si el arroz se hunde es que el aceite está demasiado frío. Si el aceite ya está bien caliente, empezará a freírse y flotará. Para retirar los granos puedes utilizar una espumadera.
Guarda tus herramientas dentro de una lata con arroz y evita que el paso del tiempo y la humedad hagan mella en ellas.
Para los amantes del café que suelen molerlo, este truco os vendrá de perlas. Como sabréis, hay que limpiar el molinillo a menudo, ya que el café es rico en aceites que pueden volverse rancios con el paso del tiempo. Para dejarlo impoluto hasta el último rincón, pon en funcionamiento normal tu molinillo, pero en vez de usar café utiliza arroz. Después cepilla todo con un pincel limpio. Este método también funciona con los molinillos de especias.
Haz un rectángulo de tela cerrado con arroz dentro, o en su defecto puedes utilizar un calcetín, y mételo en el microondas durante 30 segundos. El arroz se calentará y podrás ponértelo en alguna zona dolorida del cuerpo para aplicar calor.
Con un método similar que el anterior, puedes fabricar un juguete para tus amigos peludos. ¡Apuesto a que se lo pasarán en grande!
Lo único que necesitáis es un huevo de plástico lleno de arroz, dos cucharas de plástico y un poco de cinta adhesiva que podréis decorar como más os guste.
Vía: hefty, traducción y adaptación elaborada por La Voz del Muro.