Un mismo acontecimiento se puede vivir de muchas maneras. Formas diferentes de percibir una misma realidad, las dos caras de una moneda o circunstancias bien distintas.
La situación en Rio de Janeiro, Brasil, para estos últimos Juegos Olímpicos de 2016 ha hecho que se vea todo de manera intensificada, pues las circunstancias del país de América del Sur podrían no ser las más adecuadas para centrarse en la celebración de unas olimpiadas.
Y es que problemas como la violencia, la extrema pobreza o la contaminación masiva deberían tener prioridad frente a cualquier evento internacional. Todo ello sin contar con que este tipo de celebraciones mueven cantidad de actividades paralelas que buscan sacar provecho de la situación.
Esta situación, poco ventajosa para muchos, se convierte en provechosa para otros tantos.
La pobreza de la mayoría del país hace, además, que la suma de dinero invertida en acondicionar el espacio para recibir los juegos sea casi un insulto a los brasileños.
Todo ello sin nombrar los problemas de contaminación que se agravan en estos días. O la peliaguda situación política por problemas de corrupción que implican al propio presidente de la nación.
Fuente: Viral Nova
Este artículo fue modificado el 7 enero, 2019 5:27 pm