Existe un refrán bastante popular por tierras españolas que dice «En 100 años, todos calvos». Podría parecer un consuelo para todo los calvos prematuros del mundo, pero creedme, no lo es.
A lo largo de nuestras vidas el 55% de los varones sufriremos la pérdida de nuestra melena. En el caso de las mujeres «tan solo» afecta al 10%.
No nos engañemos, a nadie le hace gracia eso de no tener pelo y es, principalmente, por una cuestión estética. La perdida de cabello se puede dar por muchos motivos, herencia genética, las hormonas haciendo de las suyas, situaciones de estrés, etc. Sea cual sea el motivo, el que la sufre tiene, básicamente, 3 opciones a la hora de afrontar esta situación.
La primera es aceptarla y lucir su calva con orgullo. Las cabezas rapadas están de moda y calvos sexys como Bruce Willis y Jason Statham son el referente a seguir.
La segunda es buscar una manera de disimularlo lo más económica y desapercibida posible, (últimamente hay unos peluquines que pasan por pelo real a un precio competitivo) y, en última instancia, gastarse lo indecible en un transplante capilar y su posterior conservación.
Y la tercera, y menos recomendable, es la de intentar disimular la falta de cabello de una manera cutre y bochornosa. Esta última es la que os vamos a mostrar hoy en fotos. Estos casos son los de la gente que todavía se encuentran en la fase de «yo no soy calvo, solo tengo poco pelo». A unas personas esta fase les dura más, a otros menos y otros, toda la vida.
La calvicie hay que llevarla con dignidad, porque si hacemos como estos hombres de la foto, lo único que conseguimos es llamar mucho más la atención sobre nuestras cabezas.
Fuente: Fishki, artículo por La voz del muro
Este artículo fue modificado el 21 octubre, 2019 7:42 pm
