Categorías Actualidad

14 chapuzas millonarias del arquitecto Santiago Calatrava a lo largo del mundo

Es bien sabido que la arquitectura está pasando por uno de sus peores momentos debido, principalmente, al declive económico generalizado de los últimos años que también está afectando a los sectores de la construcción, ya que se trata de un trabajo en cadena.

El famoso arquitecto español y mundialmente conocido, Santiago Calatrava, tampoco se libra de las críticas y de las controversias que giran en torno a él y a sus obras, ya que muchas de ellas no cumplían con las expectativas que fueron pactadas. Los elevados presupuestos que se inflan durante la construcción, las grandes carencias estructurales y funcionales, los altos costes de mantenimiento de sus obras y el gran parecido entre ellas, son algunos de los motivos que están levantando ampollas en torno a la figura del arquitecto y su estudio.

Es cierto que Calatrava ha sido el arquitecto por excelencia durante las dos últimas décadas, con obras repartidas en todo el globo, muchas de ellas en España. Sin embargo, las críticas, que hace unos años le llenaban de grandezas, elogios y alabanzas, ahora juegan en su contra. Veamos por qué se está generando tanto revuelo con las obras del arquitecto, ingeniero y escultor valenciano:

Palacio de las Artes Reina Sofía (Valencia)


La Comunidad Valenciana hace unos meses demandó a Calatrava por no garantizar la reposición del trencadís o recubrimiento, del auditorio de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Hace algo menos de un año se desprendió un trozo del trencadís, hecho que propició que el gobierno de la Comunidad decidiera retirarlo por completo, bajo un coste de 3 millones de euros, para evitar males mayores. Desde su apertura, el edificio también ha sufrido un hundimiento y una inundación.

El Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Valencia)


Otro de los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias cargado de controversias. Goteras, tardanza en su construcción, carencia de entrada para camiones y su coste se ha duplicado desde el presupuesto inicial. Además, hasta los chatarreros desvalijaron parte del edificio que estaba tirado en un descampado.

Puente de la Constitución (Venecia)


El Gobierno de Venecia decidió denunciar a Calatrava por haber tenido que hacer frente a 463.000 euros más por el proyecto, debido a las «carencias» del diseño original. Estos gastos suponen el doble del presupuesto acordado con el arquitecto. . El fiscal ha definido el puente como «un daño duradero» para Venecia, en parte porque el Gobierno ha tenido que hacer frente a numerosas denuncias, que han sido interpuestas por los viandantes que han sufrido resbalones y caídas por sus escaleras.

Puente Zubizuri (Bilbao)


Problemas de acceso al puente en una de las calles que conecta, donde se tuvieron que contratar los servicios de otro arquitecto para que añadiera unas pasarelas para hacerlo accesible. Calatrava demandó a la ciudad de Bilbao por vulnerar sus derechos morales de autor, juicio que perdería más tarde. Además el ayuntamiento tuvo que poner una alfombra antideslizante, debido al clima húmedo de la ciudad, sobre el suelo de cristal para que los peatones no resbalasen.

Puente de Vistabella (Murcia)


Aunque en Murcia no llueve tanto como en Bilbao, con este ejemplar ocurre algo similar. El pavimento está realizado en cristal, siendo esto uno de los principales problemas, ya que siempre había zonas rotas que dificultaban el tránsito. Tras un largo proceso de estudio se decidió poner también una alfombra antideslizante de rizo con partículas granuladas de PVC.

Puente del Alamillo (Sevilla)


Un puente que ha sido criticado hasta la saciedad en la capital hispalense desde que se inaugurara para la Exposición Universal de Sevilla en el 92. El diseño consigue su estabilidad, según comentan los expertos, gracias a una cantidad infame de hormigón bajo tierra, hecho que disparató el presupuesto desmesuradamente, por lo que no se pudo construir la obra completa. El primer proyecto contaba con dos puentes iguales, mirando cada uno en su dirección opuesta. Sin embargo, el presupuesto no concebía el par, por lo que solo pudo erigirse uno.

Puente colgante (Jerusalén)


Un puente que se inspira en el arpa del rey David y que corona la entrada oeste de la ciudad. En febrero de 2004, recibió numerosas críticas por parte de los vecinos de la zona, que protestaban por el paso de un tren de cercanías. Además, no faltaron las quejas y las denuncias por gasto, desorbitado, de dinero público.

Intercambiador de transportes de la Zona Cero (Nueva York)


La estación diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava para la ‘zona cero’ de Nueva York costará en total cerca de 4.000 millones de dólares, casi el doble de lo previsto inicialmente. Además ha recibido numerosas críticas -The New York Times lo califica como un monumento al ego-.


Originalmente, el proyecto albergaba un techo móvil que permitía abrir la estación hacia el cielo, una opción que finalmente se descartó para reducir el elevado coste. Además, un análisis de seguridad elaborado por las autoridades, llevó a doblar el número de «costillas» de acero incluidas en la estructura exterior, cambiando de forma importante la apariencia del edificio, que pasó de evocar a un ligero pájaro a parecerse más a un pesado estegosaurio, según el ‘Times’.

Palacio de exposiciones y congresos (Oviedo)


Además de costar cinco veces más de lo presupuestado en un primer momento, el techo, que prometía que fuera móvil, no se puede abrir ni cerrar debido a problemas en la estructura. Los ciudadanos llaman popularmente a este edificio ‘El Centollu’.

Torre Turning Torso (Malmo, Suecia)


La construcción de este rascacielos de viviendas tuvo un sobrecoste de 170 millones de euros. Este hecho provocó que se sucedieran algunas dimisiones políticas en la localidad.

Obelisco de la Caja en Plaza de Castilla (Madrid)


Con motivo del 300.º aniversario de su fundación, Caja Madrid encargó al arquitecto valenciano el diseño de un monumento que sería donado a la ciudad de Madrid. El obelisco tiene 92 metros de altura y 572 toneladas de peso y está revestido de pan de oro. Originalmente debería estar en movimiento, pero tras dos días en funcionamiento, el mecanismo móvil comenzó a dar problemas, a lo que hay que sumar el alto coste de mantenimiento del monumento -300.000 euros al año-. Desde entones, el obelisco está parado.

Escultura «Bou» (Palma de Mallorca)


Costó 750.000 euros y a los tres días tuvo que ser apuntalada por problemas estructurales. Ni siquiera su ubicación era la correcta: estaba sobre el Museo de Arte Moderno (en concreto sobre su terraza) por lo que incumplía la Ley de Patrimonio.

Aeropuerto de Bilbao (Lujua)


Calatrava diseñó una sala de espera, pero no se percató que la estaba haciendo en el exterior del aeropuerto y en una de las ciudades más lluviosas de nuestro país. Evidentemente había que cubrir esta sala de espera, por lo que la broma costo unos 30 millones de euros adicionales.

Bodega Ysios en Laguardia (Álava)


En abril de 2013, los propietarios de las Bodegas Ysios demandan a Calatrava y le piden 2 millones de euros para arreglar la cubierta de una de las bodegas que diseñó el arquitecto, ya que tiene numerosas goteras y humedades.

Fuente: noudiari, wikipedia

Este artículo fue modificado el 8 enero, 2019 7:56 pm

Compartir