En ocasiones lo que veías con tanta anhelación es probable que no esté tan alejado de la realidad como piensas, al contrario, tal vez se vuelva realidad. Sin embargo, los engaños o trucos visuales pueden jugarnos una mala jugada y hacer que nuestros ojos vean cosas que no están realamente ahí. Esa es la magia de la ilusión.
Esto no quiere decir que todo lo que veas sea falso, al contrario, la mente es tan poderosa que es capaz de poner imágenes o formas que pueden parecerse a algo dependiendo de la persona que lo está viendo.
Por ejemplo, caminando por las calles puedes voltear para arriba y ver las nubes y no ver absolutamente nada, solo una acumulación de pequeñas partículas de agua, mientras que tu vecino puede ver la mejor historia en el cielo. Todo depende de la silueta, la perspectiva y tal vez, un poquito de imaginación.